All your cheese are belong to us: A Daniel Rodríguez Herrera se la dan con queso (2)
Y es que, en efecto, el viernes pasado, 23 de mayo, en el incomparable entorno cutreluxe del casino de Madrid los ánimos de algunos estaban un poco fúnebres: mal día para dejar de esnifar liberalismo. Daniel Rodríguez Herrera se daba de baja del Partido Popular según las instrucciones de su amo, probablemente para dar ejemplo en el encuentro nocturno. Abiertas las hostilidades, había que soltar a las huestes un buen discurso tipo braveheart. El día arrancó con una manifestación del PP en la sede del PP contra el PP, protagonizada por un puñado de abueletes y unos chavales que encontraron excusa para hacer pellas en el CEU, con banderas de España y consignas con acrónimos confusos que nadie que no escuche la COPE es capaz de entender. Y la cena quizá no fue como se pensaba... Se vieron caras largas, se olió alguna indigestión, se sintió más de una mirada de esas que acuchillan y se oyó más de una vez la instrucción de no hablar ni escribir sobre Manchego.
Tal vez era por deferencia a alguien que sí había de hacerlo al día siguiente:
Luego uno puede rastrear la noticia y darse cuenta de su inanidad, falsedad y manipulación, pero ya ha cumplido su objetivo, que era desanimar a una persona muy machacada y que tire la toalla. El mecanismo es, repito, el de la izquierda prisaica: la destrucción personal. Desde el vídeo contra Pedro Jota hasta la campaña contra los resistentes de la COPE en estos últimos años (recrudecida en estas últimas semanas) ya sabemos hasta dónde son capaces de llegar estos delincuentes morales y políticos. Hay que estar, por tanto, acorazados y prevenidos. Porque la guerra para rendir a la Derecha que no acepta el cambio de régimen, que repito es el objetivo final, será larga. Y dura.
En esta guerra va a tener gran importancia una figura criminosa más que criminal: la del psicópata bloguero.
Tan agitado estaba don Federico (o sus fantasmales escritores) que el post salió publicado dos veces. Ah, qué fácil es culpar a los progres de todas las desgracias que nos ocurren por nuestras limitaciones, por nuestra insuperable pequeñez. Qué fácil (y estúpido) darle una etiqueta a un enemigo sin forma, un enemigo sin identificar que precisamente por ello puede volver a golpear (no olviden que una segunda infiltración sigue activa en el mundillo de los liberales de medio pelo). Qué fácil lloriquear que “mamá, mamá, ese psicópata rojiprogre me ha pegado”.
Muchos hablan de la red como Thomas Friedman de las fuerzas del mercado globalizado, es decir, como un allanador que redistribuye las antiguas relaciones jerárquicos en un plano democratizado y rizomático*. No es este el caso (y no nos sorprende) en ciertos entornos tardofranquistas-neoconservadores, donde un miembro establece los términos en que se debe articular el debate y una red de comentaristas en apariencia independientes reiteran la misma terminología a continuación. (Recuérdese por ejemplo el famoso "Stay the course" de los ideólogos neocon sobre la guerra de Irak). Como el truco está más visto desde que a Ann Coulter le cayeron los dientes de leche, no vamos a seguirles el juego. Más allá de frikis como Stewie Griffin, de los críticos que (demasiado tarde) abandonan el barco o de las historias bélicas de Roberto Alcázar y Pedrín que cuelgan terceros, el resto del mensaje es monolítico. Alguien me comentó alguna vez que el mérito (¿?) de Jiménez Losantos es aplicar las tácticas de extrema izquierda a la extrema derecha. Stalin estaría orgulloso de Red Liberal: un mensaje, una línea de pensamiento y la negación del término medio. Liberalismo puro, como vemos, facilitado eso sí por el enanismo intelectual de la grotesca troupe de Red Liberal. Yo, la verdad, siempre he considerado a Manchego más un personaje de Berlanga, con su propio y surrealista microcosmos, que una simple parodia de alguien. Pero ese alguien a quien Manchego no quería parodiar ha acabado por seguir, involuntariamente seguro, los pasos de nuestro Manchego. Un año antes de que la galaxia liberal en pleno declarase golpista al Rey, Manchego lo hizo.
Por eso lamentamos que Don Federico haya malgastado su tiempo y el de sus amanuenses en ese extenso y duplicado post, pero en cambio nos alegra ver a Daniel Rodríguez Herrera de nuevo al pie del cañón en la actividad bloguera. Es posible que se sienta degradado a ocupar de nuevo esa posición de soldado raso y por eso queremos apoyarlo y que sepa que nos alegra su retorno a la modesta (aunque ebullente, febril y eclosionada) actividad blogosférica.
Aunque nos duele un poco que no hayan pasado a despedirse personalmente por esta página que siempre ha sido su casa, nos honra la cantidad de bloggers de la Red Liberal que han tratado sobre nuestro post del viernes (Cocaina Liberal, Elentir, Etimologías tres veces, Kantor, Berlín Smith, etc, etc, etc). De veras que estamos conmovidos por todo el tiempo que han dedicado a manifestar que este es un asunto que no tiene la más minima importancia y que por la RL nadie nos conocía. Como en realidad lo teníamos previsto, en breve nos tomaremos la libertad de rescatar algunos de los muchos y gloriosos momentos en que nuestra humilde, jamás visitada y apenas reconocible hoja manchega apareció destacada en el encabezamiento de Red Liberal.
No dudamos por un momento de la buena intención de nuestros compañeros liberales, que tienen mala memoria, como El Salmantino, que no recuerda cómo nos defendió cuando dijimos que Pilar Manjón prostituía la memoria de su hijo muerto. A Roberto le tenemos mucho aprecio (se lo dijimos a la cara una lejana noche de la primavera del 2005) y por eso le perdonamos su mala memoria. Un enlace y, si hicera falta, una captura, se la refrescarán.
En fin, todos callarán, como José Carlos Rodríguez, que tuvo un orgasmo al comprobar la violencia imperante en ese paraíso libertario, ese infierno anarcoqué, en el que reina la ley del más fuerte y se puede destruir la propiedad ajena. Lógico, no se sacan 156 puntos sobre 160 en un test sobre anarcocapitalismo con facilidad.
Poco más nos queda por decir ya; el secreto de experimentos como éste es, precisamente, que se explican por sí solos. Ya está suficientemente claro que una Red Liberal que funciona a golpe de consigna ni es red ni es liberal. Daniel Rodríguez Herrera no sólo ofende la inteligencia al aceptar que puede ser liberal preocuparse por los usos que terceras personas habilitan para su vía anal. También insulta el liberalismo al apropiarse de su nombre para adoptar una dialéctica totalitaria: Vale todo si estás contra el otro, no vale nada a no ser que no esté contra el otro. Aunque no es de extrañar, lamentablemente en España el liberalismo siempre ha sido un saco de hostias colocado entre las dos almas ideológicas del país. Los pobres ilusos que esperen ver algo de luz en Red Liberal se encuentran con un corifeo que repetiría encendido y gustoso el "Muera la inteligencia" que pronunció Millán Astray ante Unamuno en Salamanca si pensasen que eso es un ataque a la izquierda o si piensan que un personajillo como Daniel Rodríguez Herrera les pasará la mano por el lomo. Red Liberal no es más que la enésima versión de la España reaccionaria orgullosa de sus propias mutilaciones, vestida a toda prisa con el traje de una línea de pensamiento. Son los austriacos, pero podría haber sido cualquier otra. Citan a hayek y von mises con la capacidad crítica de las viejas que mueven los labios cual roedores al recitar el rosario o de los estudiantes de madrasa que repiten los versículos del corán. Aunque es justo decir que han adaptado su totalitarismo carlista al siglo XXI: ya no son los aristócratas y la iglesia los que deben sujetar las caenas, sino los empresarios y la iglesia.
¿Y por qué existe manchego? En primer lugar como divertimento. Hay gente que golpea prostitutas en el GTA y otros que ascienden a nivel 70 en el WOW. Manchego se hizo liberal. Y, desde el punto de vista político, simplemente para aclarar algunas cosas. Por cabreo sí, pero no porque exista Red Liberal, sino porque a Manchego le parece terrible que el liberalismo haya sido secuestrado y puesto al servicio de un grupo de interés, que lo mismo se parte la pana por Mariano Rajoy que se da de baja del PP si barrunta que sus caciques particulares obtendrán una cuota de poder interno que no cumple sus expectativas. Que esté dispuesto a expulsar a Iracundo pero invite y defienda a una persona que se autodefine como supremacista blanco con el increíble argumento de que se puede ser racista y liberal da una idea de la catadura moral de este personaje. Es indiferente lo que se opine siempre y cuando se zurre a la izquierda y no se critique la línea argumental de Federico Jiménez Losantos, por muy tortuosa que ésta sea.
El final, en el fondo, es negar la realidad de la poca insignificancia, la insignificancia que cada día Daniel Rodríguez Herrera y sus peones intentan negar pensando que es capaz de plantar algún tipo de batalla. Vean el video de abajo. Recuerden que esto no ha terminado. En breve, más.
Postdata: Gracias al que me colgó en Menéame