domingo, abril 29, 2007

Pólvora y plomo

Esta es la solución a la violencia doméstica de la que nunca oirán hablar a de la Vogue y Almudena o Maruja o la Bardém, todas esas mujeres que simplemente han tocado el poder de la mano de hombres poderosos que se lo han dado en pago a sus servicios. No, esto no se lo oirán nunca a estas mujeres de la progresía porque no le interesan individuos fuertes sino que haya un "género" débil que nunca deje de ser víctima, mientras ellas lo explotan y gozan de los beneficios de convertir a media población en peleles.

Esta es la solución de la que nunca oirán hablar: las armas. Y le paso la palabra ahora a una maravillosa muchacha de 23 años nacida y criada, como no, en Tejas: Miranda Lambert. Su primer disco me encantó y ahora un amigo me ha mandado un artículo de la vieja dama progre (digo, gris) en el que empiezan hablando de su canción "Gunpowder & Lead". Solamente he encontrado este vídeo en YouTube. Pero lo interesante es la letra:

"I'm goin' home, gonna load my shotgun
Wait by the door and light a cigarette
If he wants a fight well now he's got one
And he ain't seen me crazy yet
He slap my face and he shook me like a rag doll
Don't that sound like a real man
I'm going to show him what a little girls made of
Gunpowder and lead

His fist is big but my gun's bigger
He'll find out when I pull the trigger"

Y lo que es aún más interesante es lo que cuenta la propia Miranda sobre las clases a las que asistió con su padre sobre cómo llevar siempre un arma escondida. Es tarde, por eso lo copio en inglés:

"The hook for it came, as these things sometimes do, during a class in using concealed handguns. Ms. Lambert, who lives in Texas, was inspired to take the class after she met a successful lawyer who carried a pistol in her purse. “She was the last one you’d expect, a pretty little blonde,” said Ms. Lambert in a telephone interview from Michigan, where she was touring with Dierks Bentley.

Ms. Lambert took the class last summer; her father, a former police officer and private investigator, was her classmate. (He outshot her, but she beat him on the written test.) While daydreaming during a lecture, she came up with the lyric: “I’m gonna show him what a little girl’s made of/Gunpowder and lead/His fist is big but my gun’s bigger/He’ll find out when I pull the trigger.”

Es decir, una población de mujeres armadas siempre con acceso a los medios de autodefensa en su propio hogar o fuera de él sería capaz de enfrentarse a las situaciones de violencia doméstica que, por desgracia, llegan a culminar en asesinatos demasiadas veces. Esa población femenina no necesitaría leyes que (nos) convirtieran a todos los hombres en criminales en potencia y que nos discriminaran en los juzgados; no vería a sus hermanos, padres, hijos, amigos a merced de cualquier Almudena que en vez de fusilarlo a la mañana quisiera aprovecharse de las tijeras castrantes que De la Vogue ha puesto en sus manos. En vez de aprovecharse de la injusta defensa que les ofrecen leyes que en realidad las humillan y someten al capricho de las progres (que andan en realidad meneando la pluma y la lengua para satisfacer a sus jefes de izquierdas), todas las mujeres podrían resolver sus problemas por sí mismas. Con entrenamiento, armas y sin las esposas de una ley estatista e injusta que colabora con el puño que rompe labios, narices, dientes y deja caras cubiertas de sangre y hematomas; sin las esposas de la ley que defienden las Almudenas y Marujas para colaborar mejor con la mano que asesina. De la Vogue y Almudena y Maruja y Pilar prefieren mil veces facilitarle la tarea al maltratador y al asesino (colaborar de hecho con él) repitiendo el mantra liberticida y alienante de la prohibición. Les resulta insoportable y abominable pensar que con entrenamiento y armas las mujeres no las necesitan ni a ellas ni a sus leyes opresivas. Les resulta insoportable especialmente porque saben que es verdad. No las necesitan. Solamente necesitan pólvora y plomo.

Contemplad a Mirada:
Y recordad que esta chica tan dulce puede llevar perfectamente un arma escondida con la que volarle la cabeza a cualquiera que le levante la mano. No debería ser la única...

miércoles, abril 25, 2007

Duelo en New Hampshire

La ordalía del libertario Ed Brown y su señora, de New Hampshire, viene durando desde hace tres meses. Concretamente, dura desde que las autoridades federales lo condenaron a la friolera de cinco años por evasión de impuestos. El señor Brown decidió hace años que los impuestos federales eran ilegales y se declaró insumiso fiscal mientras el gobierno de los EEUU no demostrara su constitucionalidad. La respuesta del Estado no se ha hecho esperar: mandó un ejército de U.S. Marshals que mantiene su casa bajo estado de sitio, tal vez esperando a que puedan armar una como la de Ruby Ridge (es de suponer que los impuestos se dedican a pagar cosas como esta, que salen a un millón de dólares por día).

Resulta lamentable que un medio justo y equilibrado como Fox News coloque este hecho bajo la rúbrica de "sucesos" cuando debería estar en "política". ¿Por qué un señor con carrera, que se ha hecho rico después de años de trabajo y sacrificios, iba a arriesgarlo todo? Es algo más que una cuestión criminal, porque hay cosas como la libertad que son muy superiores al bienestar material. No dudo que al redactor de Fox News le ha perdido un ligero bushismo inapropiado para esta situación y el amor por la acción gubernamental a gran escala de la que este canal adolece a veces.

Por eso me parece oportuno enlazar a este documental en Google Video para que puedan ver al libertario Brown explicándose en sus propias palabras.

lunes, abril 23, 2007

Si los hombres son de Marte, las mujeres deberían ser de Venus... De Venus Ramey, claro

Venus Ramey es una venerable ancianita del sur de Kentucky. Ha tenido problemas cardiovasculares y osteoporosis y se deja ver públicamente con un andador. No cabe duda que su aspecto de indefensión absoluta ablandará los más tiernos corazones del ciudadano medio y le dará malas ideas a más de un criminal. Pero Venus Ramey no necesita de la compasión de nadie. Y si a alguien se le ocurre una idea rara, que tenga cuidado, porque la señora Ramey tiene un .38 corto y una magnífica puntería. No cabe duda de que el villano que entró en su propiedad hace unos días se encontró con la sorpresa más desagradable de su vida cuando apareció la doña encañonándolo. "Ya me voy," dijo el ladrón, asustado. "Usted no va a ir a ninguna parte, jovencito," le dijo la doña, y disparó sobre las ruedas traseras del coche del malhechor y lo mantuvo a raya hasta que aparecieron las autoridades.

No sé si los jurados de Miss America 1944 tuvieron en cuenta su puntería y su valor al otorgare a Venus su premio. Venus Ramey fue espléndida pelirroja, modelo de heroina de comic y la primera pin-up fotografiada a todo color en 1944, gran mujer que inspiró miles y millones de episodios de necesario solaz solitario a los valientes que lucharon en Europa y el Pacífico contra el terror. Es evidente que sesenta años después, la señora Ramey mantiene las dotes naturales de arrojo, voluntad y liderazgo que otrora la catapultaron a la prominencia.

La señora Ramey se ha salvado a sí misma, y al impedir la huida al malhechor, seguramente ha salvado la propiedad y tal vez la vida de otros ancianos de los alrededores. Ya lo he dicho antes: la tenencia de armas por ciudadanos libres, racionales y responsables salva vidas. Hoy me alegro más que nunca de haberle regalado a mi "abuelita adoptiva" Lou Ann una mini-Uzi por su cumpleaños: Lou Ann es hoy una nonagenaria libre e independiente que no quiere que nadie cuide de ella más allá de lo estrictamente necesario. Por ello acepta con alegría la necesidad de hacerse cargo de su propia defensa. Yo mismo decidí hace algunos años hacerme cargo de mi propia seguridad, pasándome la coerción del estado por un sitio oscuro, e invito de corazón a todo hombre libre y seguro de sí mismo a que haga lo mismo, por él y por su familia.

viernes, abril 20, 2007

Red "progresista"

Voy a citar dos frases espléndidas de este artículo de Jorge Vilches en Libertad Digital:

"El discurso del zapaterismo casa perfectamente con el polo antiliberal mundial que forman islamistas, indigenistas y la progresía occidental. Un discurso victimista que fabrica anclajes históricos, ya sea Bolívar, el califato de Córdoba o la II República".

Una red de muy distintas fuerzas lleva operando desde hace décadas contra la civilización occidental (o lo que es lo mismo, liberal), y las fuerzas que Vilches menciona solamente son su última encarnación. Por todas las víctimas que esta coalición antiliberal (cuyos miembros podéis nombrar vosotros, todos los tenemos en mente), para honrar verdaderamente su memoria, es preciso resistir y continuar la lucha para que su muerte por la libertad no sea en vano. La ocasión merece que demos lo mejor de nosotros:

"El resultado es el uso de expresiones y palabras como 'guerracivilismo', 'derecha extrema', 'memoria histórica', 'ambiente de preguerra civil' y 'golpistas callejeros', o confiesan sin pudor que fusilarían cada mañana a un par de voces de la derecha".

Hoy, por desgracia, tenemos abierto un frente de batalla bajo nuestros propios pies.

miércoles, abril 18, 2007

La burbuja inmobiliaria Ja Ja Ja (Economía piramidal en MundoProgre)

Navegando por el estercolero progre en busca de alguna flor, he llegado a un típico progrechorras de cuyo nombre no quiero acordarme, y si no se me olvida en breve tal vez me acabe dando a la bebida... El típico listillo ofreciendo lecciones de economía aprendidas en un seminario de Juventudes Socialistas.

Habrán notado que nuestra juvenil, párvula diría yo, progresía, anda desesperada ultimamente por eso de que para comprar una vivienda hay que trabajársela. Por eso stán últimamente gritando "vivienda digna" y "¡burbuja!", esa burbuja que hace 25 años que no acaba de petar.

La tal burbuja no existe en los casos que el progrerío últimamente aplica: como demostraron sobradamente Hayek y Von Mises, el valor es un parámetro SUBJETIVO. Un sujeto racional compra un piso a 50 millones porque REALMENTE CREE QUE LO VALE: ese valor asumido lo aporta una perspectiva racionalmente calculada de venderlo a 55 millones. Si los cálculos del inversor son erróneos, la mano invisible del mercado corregirá las aspiraciones de ese señor con una dosis de realidad, mientras que los más racionales y avispados conseguirán afianzarse en la escala económica. Es lo que tiene el mercado libre -y lo que aterroriza a los progres-, que el mercado es un concurso de talentos que pone a cada cual en su sitio. Por ello, en vez de madurar, se aferran a las promesas de la izquierda institucional: pisos de renta baja, protección oficial, créditos estatales a la vivienda, minipisos de 35m2 con baño compartido con el gorila del zoo. Lo que prometa el Estado progresivo y bienhechor, cuyos altos funcionarios (algunos grandes propietarios como nuestra vistosa De La Vogue) querrían, no cabe duda, un denso sistema de regulaciones y prohibiciones navegable sólo para aquellos afianzados en administraciones públicas y en la partitocracia socialista.

Lo que sí es una burbuja, y una táctica de Ponzi (o "esquema de Ponzi", como dicen los progres, maltraduciendo del inglés y quedándose tan anchos), sobre la que nunca se oye piar a los progres (busquen busquen), es cualquier plan de pensiones cuyas retribuciones estén definidas de antemano. Esto es: la seguridad social. Se cae de maduro y nadie lo cuestiona merced a la cuidadosa tarea de lavado de cerebro que empieza desde la escolarización: ¿cómo es posible saber de antemano qué reditos producirá en el futuro el dinero que se invierte en el presente? Pregúntele a un banquero y le dirá que esto no es posible ni con un depósito a interés fijo, ya que las inversiones más seguras no tienen en cuenta ni la inflación, ni la posibilidad de que la entidad depositaria caiga en la quiebra. Por último, aunque la bolsa a largo plazo siempre ha subido, no hay modo de saber con exactitud el valor futuro de una inversión. La solución progresista al dilema es una falsa eliminación del riesgo inherente y necesario en toda inversión: que los trabajadores paguen los beneficios de los jubilados del presente en lugar de invertir para su propia jubilación. El riesgo no ha desaparecido en absoluto: sucede que la pensión pública es una trama piramidal, y en el futuro ya se verá cómo se resuelve. A fin de cuentas, como dijo ese majadero irresponsable y diabólicamente inteligente de Keynes "en 100 años todos muertos".

P.S.: Mi amiga Lapisha y yo agradecemos los mensajetes llegados por email con recomendaciones. Hasta yo voy a sacarles provecho.

martes, abril 17, 2007

Las armas podrían haber salvado vidas en Virginia

Anda el pusilánime progrerío escandalizado por lo que considera deficiente gestión de la matanza en Virginia, cuando en realidad en gran parte él es el culpable de esa treintena de muertos. Jorge Valín lo dejó claro con valentía cuando explicó cómo las armas salvaron vidas en Nueva Orleans, y es preciso dejar claro ahora que las armas habrían salvado vidas en Virginia. No todas, seguramente, pero muy probablemente las de los asesinados en el segundo tiroteo. Se dirá que Nueva Orleans fue una situación de crisis y que nadie podía prever algo así en un enclave de paz como es un campus universitario, pero todo momento es un momento de crisis potencial (ayer fue la prueba) y hay que andar precavido en todo instante. Antes de que un progre descerebrado me acuse de paranoico, recordaré que todos tenemos enemigos.

En este caso la colaboración de la izquierda antiarmas con el asesino es particularmente sangrante. Según la secuencia de los hechos tal y como se conoce ahora, hubo dos tiroteos separados por dos horas. El primero tuvo lugar en una residencia de estudiantes con casi 1000 personas viviendo allí, y solamente el hecho de que el asesino escapara permitió la segunda matanza en un aula llena de estudiantes. Pensemos en lo que una población estudiantil y armada podría haber hecho ante semejante amenaza. Imposible que hubiera salido de la residencia de estudiantes sin recibir un balazo; imposible que hubiera podido matar a 30 personas en un aula sin que alguien lo abatiera antes. El control de armas ha dejado a todas estas personas indefensas frente a quien no respeta la ley; la ley, de hecho, ha sido su mayor aliado.

En mi primera estancia en los EE.UU. conocí a parte de la colonia universitaria de la Universidad Estatal de Dakota del Sur. Eran cuatro gatos, pero hay buenas historias, alguna irritante, que tengo que contar algún dísa. Esa fue la época en la que descubrí todas las ventajas morales y espirituales que daba el manejo de las armas, aunque afortunadamente no tuve que darme cuenta de ninguna de sus ventajas prácticas. Lo que me sorprendió cuando visité a alguno de mis amigos en su residencia fue el hecho de que en el campus estaba prohibido portar armas escondidas y que estaba prohibido disparar desde los balcones de la residencia (cuyos planos , al parecer, coincidían con los de los módulos de un par de cárceles en Nebraska...). La propia administración universitaria les quitaba a los estudiantes esta oportunidad de crecer como seres humanos. Me quedé de piedra.

Lo cual me recuerda cómo en algunas universidades es imprescindible saber nadar para licenciarse. Era el caso en Kansas y, según me contó la hermana de un amigo a principios de los noventa, en Carolina del Norte. Como contrapartida a las donaciones de una dama que perdió a su hijo en el hundimiento del Titanic por no saber nadar y que se habría salvado de sí saber, las universidades instituyeron hace décadas un "swimming test" obligatorio para asegurar que sus estudiantes pudieran salvar la vida en situaciones de crisis. Algunos estudiantes lo pasaban el último día posible (como esta chica) y si no lo pasaban no podían licenciarse. ¿Sería mucho pedir que las universidades establecieran un requisito semejante con respecto a las armas? Un aprendizaje mínimo es imprescindible en todos los sentidos, y quien no lo tuviera no podría salir al mundo con un título en la mano. Aparte de cómo contribuyen a la educación integral que proporcionan las universidades estadounidenses, un uso adecuado de ellas podría indudablemente salvar las vidas de los estudiantes durante su estancia en la universidad o, de modo más importante, durante su vida futura. La familiaridad con las armas les animaría a poseerlas y llevarlas consigo y no les dejaría indefensos ante criminales y asesinos.

El mejor anuncio para la NRA que conozco es la película "Elephant". Recrea la matanza de Columbine de una forma muy diferente al panfleto tramposo e indecente de Michael Moore. La cuidadosa reconstrucción revela lo fácil que hubiera sido evitarla si hubiera habido estudiantes y profesores armados dentro del edificio. La película muestra una y otra vez la vulnerabilidad de quienes pueden matar solamente porque son los únicos individuos que pueden disparar. Amplios pasillos vacíos y llenos de luz convierten a cada asesino en un blanco perfecto. Sin embargo, nadie puede tenderles una emboscada, y el capitán del equipo de fútbol americano y la jefa de animadoras, líderes naturales, tienen que esconderse sin poder hacer nada hasta les encuentran y les matan. La banalidad de la violencia, la facilidad con la que individuos honrados y no maniatados por el Estado pueden defenderse, y la complicidad cobarde con los asesinos por parte del progrerío quedan perfectamente claras en Columbine, en "Elephant" y ayer mismo en Virginia. Hoy día las leyes matan, las armas salvan. Repítase hasta que se cambie una legislación y una forma de pensar manchadas de sangre inocente.

jueves, abril 12, 2007

Historia de Lapisha

Esta es una historia real sobre los efectos que tiene una devastadora política muy común en los territorios demócratas de EEUU: el low income housing o pisos para personas con renta baja. La cosa funciona así: usted es un constructor y quiere montar un bloque de pisos con el capital de su compañía y el trabajo de sus asalariados... Y con la venia de la autoridad local, claro, que extrae a las inmobiliarias notables pellizcos en materia de permisos, peritajes, impuestos inmobiliarios, impuestos sobre la actividad económica, y lo que su excelencia el alcalde disponga para acelerar el proceso. Hay, sin embargo, un modo de obtener una rebaja sobre la exacción estatista: disponer un pequeño porcentaje de la propiedad construida para pisos con renta limitada, con lo cual las autoridades locales ofrecen créditos fiscales (¿cómo te pueden ofrecer un crédito sobre una cantidad que extraen sin tu consentimiento, me pregunto?). Esta práctica genera un círculo vicioso: a fin de limitar el impacto fiscal sobre sus actividades, la constructora debe crear estas unidades de renta baja que se alquilan a precio de risa. Con el fin de obtener un beneficio sobre su legítimo negocio, la compañía debe subir los precios de alquileres, leasing o venta a los consumidores “normales” (la clase media, vaya). Esta clase media no lo sabe, pero además de pagar sus propios impuestos y el precio del inmueble, está subvencionado los pisos de renta limitada y la cuota fiscal que la inmobiliaria se ha ahorrado.

A los bleeding hearts, las almas bellas de la progresía, esto les parecerá sublime. ¡Qué paguen más los que más pueden! (Sinsentido moral sin fundamento económico alguno) y que el pobre pobre (¿no les parece sospechosa la redundancia?) tenga donde vivir. No importa que esta acción cause un gravamen adicional al consumidor “normal,” de clase media como usted y como yo. Seguramente tampoco les interesa saber que el pobre pobre no puede superar un determinado nivel de renta so pena de perder el apartamento amablemente facilitado y tener que enfrentarse a los precios de mercado artificialmente inflados por la acción tasadora del gobierno local. En resumen: la autoridad secuestra a unos sujetos en la pobreza con el fin de crear ventajas artificiales a una actividad económica libre que sólo están entorpeciendo.

En el curso de mi viaje a Nueva York he descubierto con dolor que una persona a quien quiero mucho se encuentra hundida en esta situación.



Esta exótica belleza se llama Lapisha, Lapi para los amigos. Nació hace veintiocho años en Karandi, un pueblo en el estado de Maharashtra. Habiéndose desarrollado bastante prematuramente (doy fe de ese cuerpo de ola) se mudó a Bombay a la tierna edad de trece años, donde comenzó a hacer de corista en esas insufribles producciones foklóricas a tres horas de duración la pieza que se filman por esos pagos. Trabajó por varios años en esas cintas donde aparecen los mismos consabidos actores y actrices ahora sí y luego también, mientras un sufrido cuerpo de aspirantas baila, hace acrobacias y luce tipito al fondo a la espera de que alguien se fije en ellas. No hubo demasiada suerte más allá de roles secundarios, y después de un encontronazo con un gallito de las mafias musulmanas que controlan la industria cinematográfica en ese país, decidió moverse a Europa. En Barcelona la conocí yo, donde formaba parte del entourage (o cogollito) de su compatriota Padma Lakshmi (más conocida por muchos por ser la actual esposa del escritor Salman Rushdie). La foto más arriba es de una de sus últimas sesiones en la ciudad condal, y es posible que a algunos que vivan en Cataluña les suene de algunos spots televisivos de aquella época (L'Illa, Padeví...) Pero lo suyo era el arte dramático, y como ya sabemos que el teatro en polaco monopoliza la capital de la tolerancia, pueden imaginar que nunca llegó a completar sus aspiraciones.

Habiendo surgido una oportunidad para estudiar arte dramático en NYU, mi aguerrida Lapi le dio vuelo a las ilusiones y se fue con todo lo puesto a cumplir con el sueño americano. Allí ha estado por los últimos cuatro años, estudiando y trabajando a la vez, toreando las restricciones laborales que le impone un draconiano sistema de visados, habiendo tenido que rechazar trabajos: que con un “F” puedes trabajar en un campus, pero para trabajar en teatro necesitas un “H-1”, pero que con el “H-1” no puedes cambiar de empleo, entonces necesitas el “O”. Vamos, un alfabeto que ni el metro de Manhattan. Pero mi amiga Lapisha resistía, compartiendo piso con dos paisanos en Jersey City, hasta que se le presentó “la gran oportunidad” de un piso de renta limitada.

¡Los efectos que tiene la limosna en las personas más trabajadoras! No bien se mudó y se vio pagando la mitad de lo que antes pagaba merced a la protección estatal, dejó uno de sus empleos. Ya no cubre sus necesidades básicas con experiencia laboral, ahora “se divierte” y “vive más la vida”. Le cuesta mantener contacto con sus colegas, ha comprado un televisor... Hasta que un buen día, la limosna termina por matar hasta tus ilusiones. Le llegó recientemente una gran noticia: una pequeña productora neoyorquina está pensand en asignarle un "bolo" como coreógrafa. No es una mina, pero es un paso adelante significativo. Mi amiga se lo está pensando. ¿Por qué se lo está pensando? Porque el "bolo", de seis meses de duración representa un aumento de renta que no le permitirá quedarse donde está, y entonces deberá enfrentarse a los mismos alquileres que paga el 90% de los hijos de vecino. Prefiere esperar a que haya un momento mejor.

Este es sólo uno de los ejemplos de como la acción del estado llega a corromper la voluntad de las personas más industriosas. Si reflexionan, seguro que se les ocurren muchos más en su experiencia privada. Yo le he insistido, le he SUPLICADO que acepte esa oferta. Que la ocasión la pintan calva y el mejor momento de la vida es el presente. Que sea valiente como lo ha sido todos estos años. Que pueden ser quince años de trabajo tirados a la basura por un pisito con en un edificio de apartamentos de lujo por el que paga un 20% de su valor real. He echado mano de mis pocos conocimientos teóricos y, siendo ella una ávida lectora, hasta le he comprado libros (Capitalism: The Unknown Ideal de Ayn Rand y The Moral Consequences of Economic Growth de Benjamin Friedman) confiando en que le ayuden a cambiar de parecer, pero en vista de mi escasa preparación teórica sobre este tema, no sé qué más ofrecerle.

Si algún liberal con mayor formación que la mía quisiera echarme una mano y recomendarle lecturas que puedan hacerle ver la profundidad del agujero en el que está cayendo, Manchego le estará, de verdad, eternamente agradecido.


miércoles, abril 11, 2007

Deterrance

Dice Irán que no va a renunciar a la energía nuclear, y me parece muy bien. Dicen que abandonarán el programa de no proliferación nuclear. Pues vale. Qué miedo. Me dirán ustedes que no, que Irán es un riesgo para la zona, y muy especialmente para Israel, dada su capacidad de lanzar misiles de alcance medio y largo combinada con el potencial nuclear. Y digo yo que no. Que el problema lo tenemos nosotros, porque Irán solamente es un riesgo en la medida que lo permitamos.

Disuasión nuclear. El arma que paró el comunismo y que evitó millones de muertos. Un arma defnitiva que se basa en el terror que inspira en el adversario. El enemigo no se atreve a pasarse de la raya porque sabe lo que le espera. Pero la disuasión sólo sirve cuando uno está dispuesto a usarla. Como un arma de fuego. Su mera presencia en la mesilla de noche no sirve de nada si no sabemos utilizarla y estamos dispuestos a ello. Es imprescindible tener el deseo y la voluntad de alargar la mano en mitad de la noche y acariciarla y usarla sin la menor duda si es preciso. Hasta el fondo, sin miedo a las consecuencias. Porque si no estamos dispuestos a plantearnos el dilema máximo, el ser o no ser, el arma no sirve de nada, no disuade de nada. Se queda fría, helada en la oscuridad.

De momento el régimen persa se aprovecha del buenismo de occidente, empezando por un acongojado gobierno estadounidense. Creen que no se atreven a iniciar una guerra con Irán. En cierto modo, hacen como los terroristas palestinos. Se esconden detrás de mujeres y niños para disparar a placer. La respuesta del Ejército israelí la conocemos todos: no dejarse intimidar por los escudos humanos y disparar de todas formas, lo que desactiva la táctica enemiga y envía un claro mensaje. Not this way.

Pero, ay, occidente no es el Tsahal, e Irán aprovecha sus dudas para avanzar en el programa nuclear. Se han planteado sanciones internacionales, embargos o ataques militares limitados. Error. Eso es como disparar al francotirador detrás del escudo humano cómplice. Y la labor es doble: evitar que Irán consiga la bomba y enviar un claro mensaje. Con las propuestas anteriores se puede, o no, evitar que consigan la bomba, pero el mensaje es pusilánime. Es decir al mundo "me parece mal que busquéis una bomba atómica, y si me enfado muchísimo os lo voy a impedir". Los resultados de esta táctica están a la vista. Aceleración del programa y secuestro de soldados británicos.

A buen entendedor pocas palabras bastan. Ya saben lo que opino. Nuke'em. Meterles un buen misil nuclear hasta lo más hondo del complejo nuclear de los ayatolás, para partírselo en dos o en todas las partes que hagan falta. Decirles que si quieren bombas nucleares, que se atengan a las largas y dolorosas consecuencias. Que lo sepan bien clarito, ellos y los demás que estén pensando seguir sus pasos. No nos vamos a amilanar. Es más, estamos dispuestos a hacer lo que jamás imaginarían. Somos más fuertes y no tenemos reparos en demostrar nuestra fuerza devastadora. Y a ver qué pasa al día siguiente. Si quieren caldo nuclear, dos tazas para ellos.

miércoles, abril 04, 2007

Agnaldo Timoteo vuelve a dar el cante y otras historias de amor

Es poco común que desde las esferas políticas se defienda la libertad sexual de los gobernados, pero eso es lo que ha hecho el conservador Agnaldo Timotéo, quien ha defendido abiertamente el turismo sexual:
Nadie niega la belleza de la mujer brasileña. Hoy las muchachas de 16 años se ponen siliconas, quedan nalgudas, se ponen una falda corta y provocan. Ahí viene un tipo de esos, se encanta con ella, va al motel, se acuesta y va preso. (...) El turista no sabe por qué ella está allí. El no es criminal, tiene buen gusto"

Como era de esperar, las declaraciones han desatado las iras de la izquierda bienpensante y reprimida y las feminazis de turno que prefieren que una hembra hermosa malviva en las favelas a la espera de la beneficiencia estatal en lugar de hacer uso libre de sus activos para conseguir un intercambio consensuado de bienes y servicios con el fin de salir de la pobreza y prosperar. Los críticos, aparte de escandalizarse, no han dicho nada que merezca la pena destacar desde el punto de vista económico. Algunos echamos de menos el vozarrón tenor de Seu Agnaldo, quien se retiró de la canción en los 80 para meterse en política por el partido conservador. Pero está visto que no ha perdido los pelos en la lengua.

Casualmente, este mismo día mis amigos me pasaron un documental, Cowboy del amor, que es una verdadera lección de economía libidinal:



En el árido suroeste de EEUU, ciertos caballeros desencantados con las dificultades matrimoniales impuestas por mujeres que sólo piden sin dar nada a cambio, contratan los servicios de Ivan Thompson, un experto en tercerías, para que les busque señora en los estados del norte de México. Los progres de turno que me leen (sé que estáis ahí) se escandalizarán por esta miserable explotación capitalista de la pobreza tercermundista, etc...... Bueno, las señoras en cuestión son mujeres educadas y con frecuencia hasta propietarias que tampoco están dispuestas de cuidar de sus haraganes
paisanos que sólo buscan que sus doñitas les resuelvan la vida. Están más que encantadas de echarse en los brazos de un gringo que las salve de la ignominia y la mediocridad. En suma, es u documental imprescindible para aprender que el amor, como todo proceso relacional en esta vida, es un intercambio.

Saludos a todos desde el país de la libertad (excepción hecha de Massachusetts y California, claro, que en un día no muy lejano serán felizmente expulsadas de la Unión), desde donde se contempla con perspectiva mejorada los esfuerzos de otros lugares por ser más libres.