miércoles, diciembre 20, 2006

Northwest by North: Navidades en libertad

Queridos y queridas lectores de La hoja, a lo largo de las vacaciones navideñas tendré pocas ocasiones de actualizar el blog, ya que dentro de poco estaré en un avión rumbo a EEUU para disfrutar de unas Navidades en libertad en compañía de mi familia adoptiva en South Dakota.

El programa, agárrense, es de miedo. Nada más llegar a Seattle, tomo una conexión local a Spokane, WA, donde me espera Knut, un danés muy cachondo al que conocí en Alemania y que ahora está dando clases en Gonzaga University. De ahí nos vamos a una cabañita en la vecindad del lago Coeur d'Alene (Idaho), a ver a un señor que tiene un puesto de armas para vender a los sufridos washingtonianos. Idaho es uno de los pocos estados donde hay una relativa libertad en la venta y uso de armas, en contraste radical con Washington; los armeros del estado vecino, evidentemente, sufren por ello. Pero yendo a lo nuestro, el negociete que tengo allí es esto:

Resulta que a Lou Ann, la madre de mi papá adoptivo, sigue yéndole la marcha como nunca y a sus 89 años se empeña en usar un Winchester del año de la plaga para sus prácticas de tiro. Mi “padre” está logicamente preocupado porque teme que termine dislocándose el hombro con el retroceso, mientras que ella no se deshace del bicho porque quiere seguir viviendo sola pero teme a los cacos, que son muy amigos de entrar en casas de gente mayor. En mi opinión, la UZI (mini- o micro-) es el arma más recomendable para gente mayor, especialmente para aquellos cuyo pulso no es tan firme como solía ser, y sobre todo para señoras, ya que la pérdida de masa osea es mucho mayor en su caso. Aprovechando que Lou Ann será nonagenaria el día 26, Manchego ha decidido que va a honrar a la matriarca de esta familia que tanto ha hecho por mí con el regalazo en cuestión.

(Por cierto, que la doña es una artista del ganchillo y estoy viendo que a este cargador le iría de perlas un cobertor de croché bordado con las iniciales).

A partir de Coeur d'Alene, Knut y yo nos hacemos un viaje en coche cruzando Idaho, Montana, Wyoming y South Dakota hasta llegar a Sioux Falls a punto para la comida de Navidad y el cumpleaños de Lou Ann. Pasados unos días nos vamos a Wisconsin, donde pasaremos un fin de año inscritos en un cursillo de supervivencia en la naturaleza para que los más jóvenes de la familia aprendan las estrategias básicas: hacer fuego, nudos, seguir huellas, cazar pequeños animales, despellejarlos y asarlos, guarecerse, dormir en noches bajo cero. De esta van a salir muy curtidos los pequeños cabroncetes. En cuanto la historia termine, despachamos a los mozos de vuelta a casa y a lo mejor nos pasamos a la región de los mil lagos en Canadá, de caza. No saben lo que me gustaría ponerme uno de estos en el salón de casa:


Lo que no sé cómo iba a hacer es pasarlo por los controles aeroportuarios. Pero como dice mi amigo danés, “con la voluntad todo es posible.”

¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO A TODOS LOS LIBERALES!

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿En serio? A ver si es que buscan proxenetas albacetenses con afición a las armas de fuego...

8:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"¿En serio? A ver si es que buscan proxenetas albacetenses con afición a las armas de fuego..."

No te preocupes, ya encontraremos alguno para la furcia de tu madre.

9:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ten cuidado la próxima vez que vayas a casa de Lou Ann y quieras darle una sorpresa entrando por la puerta de atrás.

Y avisa al lechero, al de los periódicos, etc.

5:37 a. m.  
Blogger Roger said...

jaja, muy buena tu foto del perfil... felcidades!

1:27 p. m.  

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