lunes, abril 23, 2007

Si los hombres son de Marte, las mujeres deberían ser de Venus... De Venus Ramey, claro

Venus Ramey es una venerable ancianita del sur de Kentucky. Ha tenido problemas cardiovasculares y osteoporosis y se deja ver públicamente con un andador. No cabe duda que su aspecto de indefensión absoluta ablandará los más tiernos corazones del ciudadano medio y le dará malas ideas a más de un criminal. Pero Venus Ramey no necesita de la compasión de nadie. Y si a alguien se le ocurre una idea rara, que tenga cuidado, porque la señora Ramey tiene un .38 corto y una magnífica puntería. No cabe duda de que el villano que entró en su propiedad hace unos días se encontró con la sorpresa más desagradable de su vida cuando apareció la doña encañonándolo. "Ya me voy," dijo el ladrón, asustado. "Usted no va a ir a ninguna parte, jovencito," le dijo la doña, y disparó sobre las ruedas traseras del coche del malhechor y lo mantuvo a raya hasta que aparecieron las autoridades.

No sé si los jurados de Miss America 1944 tuvieron en cuenta su puntería y su valor al otorgare a Venus su premio. Venus Ramey fue espléndida pelirroja, modelo de heroina de comic y la primera pin-up fotografiada a todo color en 1944, gran mujer que inspiró miles y millones de episodios de necesario solaz solitario a los valientes que lucharon en Europa y el Pacífico contra el terror. Es evidente que sesenta años después, la señora Ramey mantiene las dotes naturales de arrojo, voluntad y liderazgo que otrora la catapultaron a la prominencia.

La señora Ramey se ha salvado a sí misma, y al impedir la huida al malhechor, seguramente ha salvado la propiedad y tal vez la vida de otros ancianos de los alrededores. Ya lo he dicho antes: la tenencia de armas por ciudadanos libres, racionales y responsables salva vidas. Hoy me alegro más que nunca de haberle regalado a mi "abuelita adoptiva" Lou Ann una mini-Uzi por su cumpleaños: Lou Ann es hoy una nonagenaria libre e independiente que no quiere que nadie cuide de ella más allá de lo estrictamente necesario. Por ello acepta con alegría la necesidad de hacerse cargo de su propia defensa. Yo mismo decidí hace algunos años hacerme cargo de mi propia seguridad, pasándome la coerción del estado por un sitio oscuro, e invito de corazón a todo hombre libre y seguro de sí mismo a que haga lo mismo, por él y por su familia.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No hay nada mejor que un post sobre viejecitas y pistolas para entonarse el lunes por la mañana. Eres el mejor Quesitos, me quito el sombrero.

9:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sr. Quesero: plasplasplas, gracias por alegrarme el día. Muy grande.

11:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

"inspiró miles y millones de episodios de necesario solaz solitario ....." cómo te lo gastas, Manchego.

Hace 50 años, a esa viejecita la hubiésemos acusada de alentar un genocidio de espermatozoides. Hoy lo haríamos por la osadía de defenderse frente a uno de esos que debió acabar como aquellos: lanzado por el retrete. Da risa que los hijos de quienes la hubiesen condenado de joven son los que la condenarían de anciana, en un intento de limpiar su nombre de los actos de sus padres.

Tiene mucha suerte de vivir dónde vive, la señora Ramey.

11:32 a. m.  
Blogger Protágoras said...

Con dos... ovarios, si señor.

4:18 p. m.  

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