Quiero recordar también que el PP defendió siempre la necesidad de investigar hasta sus últimos detalles todos los aspectos del atentado más grave de nuestra historia. Por ello, entre otras, hemos apoyado la investigación que ha dado lugar a la sentencia dictada hoy y seguiremos apoyando cualquier otra que permita avanzar sin límites en la acción de la justicia ya que los acusados como inductores o autores intelectuales, son los términos que utiliza la sentencia, no han sido condenados como tales.
Aquí el comunicado completo. Eso sí, a ver cuánto tarda en desdecirse de esta muestra de valentía, de mostrar su más lamentable lado acomplejado. Uno se pregunta cuál habría sido la sentencia si el PP hubiera tenido un líder de verdad, con lo que hay que tener, que no hubiera dado las innumerables muestras de cobardía y ceguera política que ha dado Rajoy y que hubiera perseguido descubrir la verdad hasta el final.
Hoy, al ver lo que los jueces han decidido, se comprueba que en estos tres años y medio les ha fallado a España, a sus ciudadanos y, sobre todo, a las víctimas. Las circunstancias eran (son) muy adversas, pero en ningún momento ha estado a su altura por más de dos telediarios.
Un apunte: diga lo que diga la sentencia, a mí nadie me aparta de la creencia de que hubo miembros del Cuerpo Nacional de la Policía, de la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia que manipularon pruebas para provocar la vuelco electoral en el 14–M. No sé si ellos además idearon el atentado y colocaron las bombas o solo lo idearon, pero que lo manipularon para engañarnos en las elecciones, eso es seguro. Y lo hicieron junto a políticos del PSOE, como Alfredo Pérez Rubalcaba y medios de comunicación, como la SER (terroristas suicidas). Recordemos el GAL: desde la sentencia que condenó a José Amedo hasta que supimos casi toda la verdad, pasó más de una década.
Muchísimas gracias, Jorge, más por repetir la pregunta que por adelantar respuestas. Mientras tanto, el progrerío monta tormentas en su pesebre y se escandaliza de lo que es un sano motivo de orgullo para cualquiera que se considere miembro integrante del electorado del PP: la necesaria, imprescindible sospecha de cualquier "verdad" proporcionada por el Estado y sus aparatos La tendencia de todo estado es producir una mentira totalitaria que desplace cualquier atisbo de verdad que los individuos pretendar introducir en el cuerpo social: su objetivo es filtrar y eliminar cualquier certeza que no esté entre las que autoriza para sus propios fines de opresión. Los muertos del 11-M aún exigen justicia en los tribunales y los libros de historia. La colaboración de algunos de sus familiares con los truhanes que persiguen hundirlos en la nada del olvido se hace cada día más y más infame.
Mal que les pese a algunos, la riqueza no sólo genera privilegios, sino el derecho inalienable a la protección delo propio. El libre mercado sólo facilita su consecución.
Una de mis nuevas colegas me explica, con aspavientos e indignación santísimas, las tribulaciones de una prima suya en el sur de California.Se escandaliza de que, aprovechando la coyuntura de los incendios, algunos hoteles baratos de Los Ángeles cobraran $200.00 por noche, casi cuatro veces el precio regular por habitación.(Por cierto, el detalle de que intentó ingresar a una familia de seis en una habitación doble era una cuestión meramente circunstancial para ella, pero de esto no hablaremos aquí).Dijo que era una vergüenza aprovecharse de circunstancias impuestas por “mother nature” y que el capitalismo es “no deja espacio para que los seres humanos desarrollen lo mejor de sí mismos”.
Esta misma persona me había confesado hacía unas semanas que esperaba que el retiro de los “baby boomers”, combinado con el aumento de la población inmigrante en su (¿debería decir nuestra?) zona, ejercieran la presión necesaria para que el Estado aumentara los salarios a los educadores.Así que yo le recordé nuestra conversación y le pregunté si sus expectativas laborales no se basaban en el aprovechamiento de unas circunstancias impuestas por la madre naturaleza, esto es: el envejecimiento y desfase tecnológico de una generación de viejos profesores, combinado con el aumento demográfico promovido por el aumento de población motivado por la presencia creciente de inmigrantes con poca educación y pocos incentivos en esta vida más que para producir hijos que les sostengan en el futuro (en Europa les sostiene el estado y por eso no tienen tantos como en Estados Unidos).
No comprendiendo (o fingiendo no comprender), se ha alejado diciendo “You are a piece of work, Roberto”.Pero eso tendría que haber disipado su error acerca del aprovecharse de la madre naturaleza.En cuanto a su segunda queja, debería aprovecharse del atalaya que le proporciona su (nuestra) posición como enseñante para aprender sobre la naturaleza humana.
El feo de la clase en la escuela superior o en la universidad también se halla en una situación de emergencia (cualquier hombre que haya pasado más de dos meses a pan y agua da fe de ello) cuando desea aparearse con hembra resultona.Debo añadir que todavía no he conocido ninguna izquierdosa de buen ver que se la chupe a nadie en pie (o rodillas) de igualdad para compensar por la putada que la naturaleza le ha hecho al feo.La gente guapa e inteligente suele aparearse con gente guapa e inteligente.El feo tiene dos opciones: a) ponerse en modo llorica “si yo soy tan buena gente, ¿por qué nadie se acuesta conmigo?(seguro que alguien conoce a alguno);b) dedicarse con esmero a alguna actividad que le pueda proporcionar beneficio o atención con el que compensar su falta de dotación en otros sentidos.A la larga, es probable que el feo que siga la opción b termine poseyendo más objetos de deseo que cualquier guaperas de “high school”.¿O se piensan que este joven iba por ahí hace unos años pateando balones sólo porque le gustaba?
Esto ilustra como, en cierto modo, la búsqueda de la virtud y el mejoramiento personal son producto de una búsqueda por sobrepasar las limitaciones que nos impone la naturaleza.La belleza del mercado radica precisamente en que aporta el canal donde esta superación puede ejercerse de manera más limpia.El incendio, sin duda, es una tragedia para sus víctimas, pero si nadie cuestiona que los vendedores de mascarillas antipolvo hagan su agosto, nadie debería cuestionar que la industria hotelera vea en ello una oportunidad para revitalizarse.Según esta pobre colega mía, las constructoras americanas (que se hallan en crisis desde hace un tiempo) no deberían aprovechar esta circunstancia para revitalizar el sector: a lo mejor deberían hacerlo gratis y una vez que quiebren, para el próximo incendio ya vendrán “voluntarios” del koljoz más próximo a levantarle una choza de ramas y piedra.
IJM en El País y la siniestra tela de araña neocón
Leo con considerable placer la noticia recogida en Cocaína Intelectual, Lady Godiva y Barcepundit.No voy a detenerme en analizar los hechos que ellos ya comentan sobradamente bien y me limito a ofrecer una coda reflexiva.
Me he acordado a las palabras de Mahatma Gandhi: “Primero te ignoran.Después se ríen de ti.Luego te insultan.Entonces ganas”.Cuando un hippie afeminado que se teje su propia ropa le tuerce el brazo al imperio que resistió al avance de nacionalistas y socialistas alemanes, se lleva una gran dosis de razón.
Nosotros no somos menos.El País no ha hecho sino dar la señal a la horda socialista: existimos.Ya no es cuestión de risa.Señalan conexiones y filiaciones.Quién trabaja dónde y de qué.Resulta especialmente llamativo que les inquiete que el IJM se nutre de “donaciones individuales”, que es como cualquier asociación de intelectuales libres, incluyendo la universidad, debería financiarse.Lógico: por no estar asociado a ningún partido ni a otra parte de la maquinaria administrativa estatista, es algo que escapa a toda posibilidad de control.
Me resulta muy sintomático el post escrito por el hijo de un patético pintamonas que hace años que no es más que una patética parodia de sí mismo.Señala, con fotos y todo (no se sorprendan si los Sturmabteilung aparecen por las calles de Madrid) a los miembros de esta siniestra red neocón que no ha cometido otro crimen que cuestionar las verdades aceptadas.El hecho de que los socialistas hayan intentado controlar, día sí y día también, el flujo del tráfico se renueva de manera sistemática en el terror de Fraguas a la ola de pensamiento rizomático que poco a poco se apodera de la red española y amenaza con tragarse el chollo de la izquierda caviar como una ola cargada de razón.
En momentos como este uno se siente tremendamente orgulloso de formar parte de este pequeño Nebuchadnezzar que resiste al marasmo igulitarista y aborregador, a la realidad alternativa creada por el PSOE-Matrix.
Recuerdo perfectamente el día en que Héctor Puertas (nombre falso) comenzó a hundir su estándar académico en mi aula.Era mi tercer día de clase en este centro estatal donde me encuentro de intercambio.Se acercó blandiendo un papel nerviosamente y me dijo “you did not remind the classroom that some students have a right to special arrangements”.Le recuerdo, educadamente, mientras continua abanicándome la cara: “On the contrary, Héctor.At the end of the syllabus there is a reminder about disability arrangements. See?Right before the academic honesty guidelines.”
¿Qué clase de “disability” tendrá?, me pregunto, contemplándolo: a pesar de unos andares un poco torpes y cara de tarugo, me parece un hombrecito hecho y derecho.Tomo el papel de su mano.Un escalofrío me recorre la espalda: ADD o deficitatencional, eso que en España se llamaba simplemente “hiperactividad”, o sea, un niño que, obedeciendo a la parte más animal de su ser, no puede estarse quieto.Otrora se arreglaba de manera más pragmática:
Hoy en día, Matt Stone y Trey Parker también lo tienen claro:
Aunque los liberales rechazamos el pragmatismo, ese día lamenté no tener sotana.En fin, repaso la hoja para ver las condiciones especiales que precisa el joven, según la oficina médica: entorno libre de distracciones (me pregunto cómo es eso posible en un aula con 40 estudiantes, si puedo mostrar transparencias y hablar al mismo tiempo), tiempo extra en los exámenes (si fuera disléxico o tuviera parálisis cerebral, se entendería) y, atención, un apuntador voluntario pagado.
Héctor viene a clase en un imponente Chevy Impala de los años 60.En estos pagos el clima es muy seco.Los coches antiguos se conservan muy bien y los chavales suelen apañarlos (los llaman “lowriders”) para fardar con ellos en la escuela.Como en un proceso de selección natural, el que lleva el coche más lucido suele conducir a más chicas.El caso es que no me cabe duda de que Héctor es un mecánico magnífico que podría usar sus habilidades naturales para ganarse la vida muy bien.Pero el estado, contrariando sus apetencias, mi preferencia, y el bienestar de los otros estudiantes, me impone su presencia en la clase.
Los resultados de la política educativa de mi estado: desde que Lily González (nombre falso) se apuntó de apuntadora, el tarugo de Héctor no hace el huevo.Sabe que va a tener apuntes al final de la clase, preste atención o no.Se pierde mis explicaciones y las preguntas y el debate entre sus compañeros.Es más, su desidia ha alimentado la indisciplina en mi aula.El otro día, una de mis estudiantes se pone a leer Seventeen delante de mis napias.Guardo silencio, contemplándola.Tensión en el aula.Por toda respuesta, Susan me mira y luego mira a Héctor, que está inspeccionando los fluorescentes otra vez.Su mirada lo dice todo: “Si él puede, ¿por qué yo no?”
No es que a Héctor le vaya muy bien.Al contrario: sus notas descienden.Su apuntadora se burla de él en los pasillos con sus amiguitas (so much for confidentiality).Conociendo la crueldad de los adolescentes descontrolados, no tardará en convertirse en el hazmerreir de la clase.Es una reacción natural, ya que el estudiante normal piensa que los estudiantes especiales gastan un dinero considerable del presupuesto en acomodaciones que apenas los benefician y que reducen el rendimiento de la clase.Mientras tanto, este muchachote bien podría ganarse la vida en una tarea industrial o agrícola, sirviendo a la gente intelectualmente más apta.
Si no fuera por su malintencionada tendenciosidad política, suscribiría punto por punto la canción del comediante hispano Carlos Mencía (de la web de Comedy Central):
Diferencias entre el hombre pakistaní y el hombre español
La libertad de elección de un individuo libre debería extenderse al uso y gestión del propio cuerpo para el fin que sea necesario: mantenimiento, mejora o lucro.
Desde este planteamiento, ¿cuál es la diferencia entre el hombre pakistaní y el hombre español?Una de las más notables es que el señor pakistaní es más libre para disponer de su propio cuerpo que usted.
Imagine usted que su hijo o esposa ha padecido un accidente grave.Se encuentra en estado vegetativo.Ud. no lo sabe, pero mientras ud. agoniza en la sala de espera esperando conocer noticias sobre la suerte de su próximo, una bata blanca reniega del juramento hipocrático: en vez de hacer lo posible por asegurar la supervivencia y bienestar de su familiar, ha introducido su nombre y sus características en una base de datos nacional que va a emparejarlo con otros enfermos que se encuentran a la espera de órganos para transplantar: un pulmón a Logroño, unas córneas a Madrid, un riñón a Fuenlabrada...Acto seguido, aparecen en la sala de espera más batas blancas, generalmente tres, que le dicen que su familiar se encuentra en estado terminal y que no tiene posibilidad alguna de salvación.Le dicen, en cambio, que su familiar todavía puede “salvar vidas”.Presionado por la imponente presencia de los sabios galenos, y emocionado por la posibilidad de que su familiar acometa un acto heroico y redentor en su trance final, usted firma la autorización sin saber que ESTOS MÉDICOS SÓLO HAN VISTO AL DOCTOR QUE LLEVA SU CASO.NI SIQUIERA HAN VISTO A SU FAMILIAR.ELLOS TRABAJAN EN LA RED DE COORDINACIÓN DE TRANSPLANTES Y AUNQUE CONOCEN EL CASO, NO SABEN NADA DE SU EVOLUCIÓN. SI ES NECESARIO, MENTIRÁN A CUALQUIER PREGUNTA QUE SE LES HAGA ACERCA DE LA EVOLUCIÓN DEL PACIENTE, PORQUE SU OBJETIVO NO ES LA SALVACIÓN DE ESTE PACIENTE EN CONCRETO, SINO LA MAXIMIZACIÓN DE RECURSOS DISPONIBLES PARA LA SUERTE DE OTRAS PERSONAS A LAS QUE UD. NI SIQUIERA CONOCE.En cuanto firme usted, se alejarán satisfechos a cumplir con su misión redentora.No los volverá a ver nunca, ni a ellos ni a las personas que se beneficiarán de la muerte de su familiar.
En Pakistán, una pareja humilde apenas subsiste en un pequeño campo con herramientas rudimentarias.De su numerosa progenie, sólo la mitad han llegado a la edad de siete años.Su subsistencia estará para siempre expuesta a numerosos caprichos de la naturaleza a no ser que actualicen su equipamiento.Aparece en la villa un señor en busca de un riñón.El matrimonio discute la situación.Él tiene que trabajar en el exterior, de modo que ella trabajará para salvar la unidad familiar.Se la llevan a un hospital, donde la pareja será recompensada con $45.000, dinero más que suficiente para comprar un tractor, fertilizantes y reservas adicionales de grano que aumentarán la productividad y, por ende, las posibilidades de subsistencia en el futuro.En este proceso que a tantos parece aberrante, muchas personas han salvado su vida, no sólo el rico occidental recipiente de un órgano.
El año pasado más de 6000 estadounidenses dieron partes de sus cuerpos in vivo.La mayoría donaron un riñón, liberando al receptor de horas de diálisis, renovando su salud y extendiendo su vida.En este proceso se benefician el receptor, el cirujano y el equipo médico que efectúan el transplante y el seguimiento, la administración pública, todos menos la persona que más se ha expuesto. Se supone que la gran satisfacción de ayudar al prójimo vale mucho más que la búsqueda de la supervivencia.En vista de la falta de estudios sobre el estado de salud de los donantes más de diez años después de la donación, no conocemos el coste real de esta satisfacción.
Comparen al españolito de pie apabullado por el personal médico en una sala de espera y el suizo libre y el pakistaní libre que se encuentran en un intercambio libre y de mutuo acuerdo que les beneficia a ambos.Lo realmente secundario es si el señor suizo quiere transplantarse el riñón o comérselo a la riojana.Lo importante es que para el señor suizo el riñón pakistaní vale más que $45,000, y para el señor pakistaní estos $45,000 valen más, mucho más que su riñón.A los señores (o señoritos) que les gustaría impedir que la gente disponga libremente de su propio cuerpo no sólo cometen el crimen de imponer su moralidad a otros, sino que trabajan arduamente en la extensión del ciclo de la pobreza.Claro, sin donaciones y proclamas a la solidaridad internacional, qué le quedaría a cierta gentuza para sentirse bien.
Acabo de descubrir con pena que Cox & Forkam se despiden. Han sido varios años de disfrutar enormemente con su perspicacia y sutileza a la hora de analizar la realidad, su inteligencia al señalar las mil hipocresías de la progresía y su vergonzosa colusión con un islamofascismo cada día más amenazante, su denuncia de esta coalición callada y vergonzante entre el islamismo y una izquierda ciega (o cínica), su valentía a la hora de no callarse ante nadie y su implacable deseo de destacar la cobardía de todos los que nos traicionan con su pusilaminidad, con su culpable y completa incompetencia, con su absoluta y criminal falta de honradez, de dignidad. El apoyo que siempre han demostrado a la blogosfera liberal de la que ellos mismos son parte ha sido ejemplar. Su coherencia en todo momento y su compromiso con la libertad y ciertos valores que son lo más noble de todo individuo me resultaron siempre conmovedores. Dicen ahora que nos hacen una reverencia que es la última. Espero que se equivoquen por una vez.
Creo en los derechos y libertades naturales del individuo, a saber: derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la asociación privada. Creo en el uso de la fuerza para defender estos derechos básicos.
Desconfío de la intervención del Estado en los ámbitos económico y privado y detesto el nazionalismo excluyente, pero amo todo lo español en general y lo manchego en particular (excepto Almodóvar). Soy católico practicante a favor de la libertad religiosa.
Mi vida me ha hecho dar varios tumbos: he vivido en Canarias, en Cataluña, y he vuelto a la Mancha. También he pasado estancias largas en Alemania, Finlandia y los Estados Unidos de América, país que me robó el corazón desde joven y al que vuelvo a visitar a mi familia y amigos siempre que puedo y al que me mudaría con gusto si pudiera.
Trabajo en la enseñanza pública española que nuestros gobernantes se empeñan en equiparar a la de Corea del Norte. Tengo proyectado escribir un libro sobre las carencias pedagógicas inherentes a los sistemas de educación pública, basado en mis experiencias y las de una red de distinguidos colegas en Europa y América.