Arte subvencionado (2): el melómano que no estaba allí
Cualquier progre de manual le dirá que las subvenciones del estado al arte facilitan la accesibilidad del público a las artes escénicas a precios módicos, así que los melómanos se zambullen sedientos a la oportunidad de culturizarse que les proporciona el sabio gobierno. Si uno quiere entradas, tiene que ser el primerito, porque no hay para todos. Esto, claro, demuestra que es necesario que el Estado gaste más dinero en teatros públicos para que todos los saltimbanquis nacionales tengan un espacio donde exhibir sus gracias.
Debe ser que a muy pocos progres les gusta el arte, porque no hay nada más lejos de la realidad. Después de haber pagado su entrada de tercera (que sus buenos euros le ha costado) llega ud. a la sala y se encuentra con chorrocientos asientos de primera y segunda sin llenar. ¿Qué pasó? ¿Que venían todos los afortunados en autocar y el conductor se perdió? ¿El arte subvencionado es tan barato que han decidido aprovechar la oportunidad de no escuchar el nuevo conjunto coral del ejército moldavo a 90€ por entrada?
La verdad que nadie quiere ver es que el arte subvencionado nos la mete a los contribuyentes por partida triple y cuádruple. Primero, obliga a los contribuyentes a desembolsar dinero a punta de pistola con el que se subvencionan las producciones de artistas nacionales y extranjeros. Luego, claro, hay que promocionar salas y demás: pasen por caja. Y hablando de cajas, las cajas de ahorros (cuyo estatuto diferencial pagamos todos), generalmente catalanas (hablando de estatutos que pagamos todos...), se dedican a promover el espectáculo como parte de su "obra social", con derechos exclusivos, eso sí: no querrían que a los distribuidores o promotores privados se les hernie el disco si quisieran ocuparse de tanta carga social. Hasta aquí seguramente no les he dicho nada que no sepan. Lo que uds. quieren saber es dónde carajo está el público fantasma y quién ha pagado esas entradas.
La vuelta beckettiana de esta intriga es que el público no existe, y la rilkeana es que la entrada la ha pagado usted. Merced a sus derechos de venta exclusiva, las cajas de ahorro mantienen lucrativos tratos con hoteles, agencias de viaje y mayoristas del ocio para "vender" estas entradas como parte de paquetes, p.ej.: viaje a España, con visita guiada a tales parajes y ciudades, y entrada gratis a la discoteca Meneo's, al museo tal y al teatro cual. Los turistas, claro, están comprando un paquete, lo cual no significa que estén interesados en ese espectáculo en particular: es que el paquete en cuestión está muy bien de precio y sale más barato que pagando el viaje y el hotel individualmente (esto es posible porque son paquetes que se venden a grupos y porque estas entradas a salas y museos están subvencionadas de entrada).
Con lo cual, se llega al absurdo de los absurdos. Sus impuestos han pagado la creación, producción y promoción de la obra o concierto en cuestión. Además, sus impuestos pagan la entrada de otras personas que pueden estar interesadas o no en el espectáculo o no, venta que redunda en el beneficio de la caja o entidad de ocio. Y no sólo esto, sino que el volumen de venta de esas entradas fantasmas genera un aumento de la demanda que justifica una inflación astronómica del precio del arte.
Mientras hacen los cálculos sobre lo que de verdad les ha costado esa entrada de 45€, 65€ u 85€, pueden preguntarse de pasada por qué en un país tal capitalista y salvaje como es EEUU uno puede ver artistas de primera línea sentado a menos de $40. La conclusión se la dejo a uds.
5 Comments:
Enhorabuena quesitos, acabas de descubrir la conspiración estatal para destruir a los librepensadores que van al teatro y de paso financiar a los titiriteros comunistas que luego les apoyan en las manifestaciones.
Por cierto no sé a que tipos de "espectáculos en vivo" asistirás tu, pero 85€ no te cobran en ningún lado.
De hecho el teatro no suele costar más de 20€.
Jeremías, hijo, ¿de verdad te crees que alguien va a considerar inteligentes este tipo de cagarrutas? Si no eres capaz de excretar algo mejor, el estercolero es el lugar adecuado para ti.
"Por cierto no sé a que tipos de "espectáculos en vivo" asistirás tu, pero 85€ no te cobran en ningún lado.
De hecho el teatro no suele costar más de 20€."
Yo hablaba de teatro y espectáculos, no de la función navideña de tu asociación de vecinos.
De hecho, parece que nunca hayas pagado un asiento en platea. ¿Te los regala el partido por servicios prestados, o eres de esos que arma barullo en el gallinero?
Cada cual en su sitio.
"De hecho, parece que nunca hayas pagado un asiento en platea. ¿Te los regala el partido por servicios prestados, o eres de esos que arma barullo en el gallinero?
Cada cual en su sitio."
Estoy intentando lo del Partido, todo se andará.
Mientras tanto, no sé como andará el teatro por la tierra de los quesos, es posible que asistas a los más selectos palcos y por eso te cobren 85€, no lo sé. Pero en Madrid y en Barcelona es raro el teatro que cobra más de 20€ o 30€, puedes mirarlo en lanetro o cualquier página por el estilo.
Muy interesante lo de las subvenciones y reservas...pero lo de las CAJAS...y catalanas es peor...
LAS “CAJAS DE AHORRO” CATALANAS.
Rafael del Barco Carreras
Transformarse en BANCOS PUROS Y DUROS no les ha sentado bien. De “instituciones benéficas” invirtiendo el ahorro popular en un 50% en “Deuda Pública o similar”, un mínimo en minicréditos personales avalados por dos “solventes”, y el grueso en hipotecas a doce años que no alcanzaban el 40% del valor, o selectos edificios de señoriales viviendas alquiladas a precios de favor a las poderosas clases medias y altas “oficiales”, a dedicarse a todo tipo de operaciones bancarias ha resultado una excelente idea para políticos y dirigentes, y muy “mala” para las instituciones.
Si el siglo diecinueve consolidó la industria catalana, el veinte, sus revoluciones y crisis, quebró todas las creaciones bancarias de sus ricos burgueses. Pero aquello no tiene nada que ver con lo actual, únicamente en el resultado, con evidentes diferencias, los actuales “banqueros”, o mejor “cajeros”, se sienten IMPUNES E INMUNES, aunque soplan vientos que afectan sus nervios. Existen denuncias por fragantes delitos de “cajeros” de segunda fila. No hace poco una sucursal de una caja en Gerona fabricaba créditos de hasta 20 millones de pesetas. Sociedades quebradas aparecían en los ordenadores y expedientes con relucientes balances y datos registrales “debidamente valorados”. El tema se halla “aislado” en silencioso sumario. Apenas una anécdota si se observan los créditos de las cajas en las últimas macroquiebras inmobiliarias. La "caixa dels trons"..
Una excepción, LA CAIXA. Su capacidad y potencia bajo la férrea dirección de sus selectos franquistas, Vilarrasau y Samaranch, la amurallaron ante las bárbaras huestes del progresismo y nacionalismo catalán capaces de fundir cualquier impresora de billetes, aunque algunas leyes han dinamitado varios de sus endogámicos pilares. El Poder fáctico por antonomasia en Cataluña rebasa por las cifras y su actuación a nivel nacional y mundial cualquier consideración local.
E irrumpe un personaje clave para crisis de gran calado, Narcís Serra, pretendiendo arreglar el gran desaguisado. La calificación de MOOY´S en “perspectiva negativa”, el despido del Director General, y la última captación de dinero, 1.750 millones de € en cédulas hipotecarias en el Mercado Mayorista de Emisiones, por la Caixa de Cataluña con intereses por encima de los aplicados, indican sin género de dudas que el “negocio” está en una desaforada huida hacía adelante al “coste que sea”, hasta que Corbacho y Montilla enderecen el entuerto convenciendo a su jefe Zapatero. Solo hace pocos meses se dedicaban esos importes a conquistar sillones en corporaciones, multinacionales o semimonopolios, anunciando además millones de ganancias en compraventas que más parecían la del diamante entre amiguetes que operaciones reales. Un calco en grande de la vieja época del Pelotazo.
Acabado un ciclo próspero en captación de dinero, se encuentran igual que el sector bancario de los 70 y 80, arrasado por el pillaje y las aventuras financieras de todo tipo. El arreglo es fácil, se fusionan, la caja resultante obtiene más dinero “oficial”, o se fusiona a la vez con la CAIXA, y se contabiliza el desastre en una cuenta, que se “provisionará o amortizará” durante décadas en que la inflación multiplicará por diez los números globales. Una jugada maestra para el gran Serra que conquistaría la tan soñada presidencia, el cargo más importante de Cataluña, President de la CAIXA. La “única”.
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