La irrelevancia de las "acusaciones" progres
Lo que ignoran en su idiotez es la profunda irrelevancia de todo esto. Incluso si fuese cierto, da igual que Angel Acebes trasladara a De Juana Chaos de Melilla a la península, o que en el contexto de la tregua-trampa Aznar llamase a ETA-Batasuna de una determinada forma, como repiten una y otra vez los progres como loros oligofrénicos. Da igual. Da lo mismo. Un acto no se podrá entender nunca en sí mismo. Para evaluarlo con justicia y exactitud es imprescindible entender quiénes son los agentes implicados y cuál es el contexto. Y no es lo mismo que el PP tuviese conversaciones con la ETA e hiciera ciertas cosas durante la primera legislatura de Aznar a que el PSOE negociase con la ETA e hiciera ciertas cosas a estas alturas del partido.
Porque, para sacar el conejo de la chistera cuanto antes, vamos a afirmar con claridad y sin complejos que con la ETA solamente puede negociar el PP. Y punto. Ya está. Parte del mantra progre es que el PP quiere sabotear "el proceso de paz" porque no lo dirigen ellos, y para demostrarlo no hacen más que invocar un pretendido doble rasero y una supuesta incoherencia sistemática del PP a la hora de evaluar los hechos de la tregua-trampa de los noventa y esta "proceso" que ZP ha dirigido de la mano con los asesinos de la ETA. Es imprescindible reconocer que sí, que solamente el PP puede negociar efectivamente con la ETA, y explicar con claridad la justicia de esta afirmación.
Solamente el PP es digno de la confianza del pueblo español cuando un gobierno se sienta con la ETA del otro lado de la mesa. El PP tiene un hondo compromiso con la libertad, un hondo compromiso con el mantenimiento de la realidad territorial de España y un hondo compromiso con el mantenimiento del orden constitucional. El PP genuinamente cree que defender la Constitución es la mejor estrategia para asegurar el bienestar de los españoles, algo que los españoles de buena voluntad inmediatamente reconocen. El PP, además, ha sufrido pérdidas muy cuantiosas y muy dolorosas. Muchos militantes, muchos concejales del PP han dado la vida defendiendo los principios que he mencionado. Eso el PP no lo olvida. Como no olvida tampoco la dignidad y el hondo respeto que merecen las víctimas, en un despligue de respeto por el ser humano, a la vida, que es coherente con sus planteamientos generales en política. Su apoyo a las víctimas no es, nunca, su manipulación, sino una forma de hacer que una voz distinta, justa, digna, se oiga ante la barbarie y las barbaridades que se nos echan encima. Con el PP estamos seguros.
Es por ello, por la seguridad que el PP ofrece, que podemos confiar en él y entender ciertos actos durante la tregua-trampa como acciones tácticas dentro de un marco de contactos con la ETA en los que el objetivo estaba muy claro: el mantenimiento de la libertad y la Constitución; la búsqueda de la derrota absoluta de ETA; la conducción de las posibles conversaciones "desde arriba", como quien se inclina sobre una cucaracha y considera la forma más limpia de eliminarla mientras la tiene bajo control. Es por ello que es absolutamente irrelevante lo que pudiera hacer o dejar de hacer el gobierno de Aznar: en ningún momento ningún principio fundamental estaba en peligro y el pueblo español podía confiar en que solamente buscaba el bien común.
El gobierno de Zapatero no merece en absoluto dicha confianza. Sus actos han de evaluarse de acuerdo a parámetros profundamente diferentes. Y los ciudadanos han en todo momento de sentir la necesidad de no colaborar con semejante ignominia. El compromiso con la libertad y un orden democrático del partido de Zapatero, el PSOE, es un tanto tenue. Pensemos en el golpismo del 34; en el pistolerismo y asesinatos del verdadero bienio negro, el 34 al 36; en la represión y las matanzas a las que se entregó de la mano de las demás fuerzas revolucionarias una vez que empezó la guerra civil. Pensemos que en cuanto alcanzó el gobierno, para afianzar su propio poder y llenarse sus propios bolsillos con dinero público, no dudó en practicar el terrorismo de estado. Pensemos en la sedición latente en las calles del "Nunca Mais" y el "No a la guerra"; pensemos en la ruptura del orden de las leyes electorales del golpe encubierto del 13-M. Pensemos en todos los puntos tenebrosos del 11-M, no aclarados, y quizá por desgracia nunca aclarables; pensemos en que lo que sí está claro es que ZP entró en la Moncloa pisoteando 191 cadáveres. Pensemos en el proyecto sistemático de ruptura de la Constitución de ZP, con el desmembramiento de España de mano de los balcanizadores de ERC y la eliminación de una unidad clave para la sociedad que es la familia. Pensemos, en suma, la forma en la que este gobierno ha vejado a las víctimas del terrorismo, y cómo ha usado a ciertas "víctimas" de la forma más infame y sectaria para socavar al PP dentro de una estrategia general de exterminio del rival político convertido en enemigo infrahumano, indigno (para ellos) de siquiera alzar la voz. Pensemos que, en sus alianzas con nacionalismos excluyentes, opresivos y secretamente genocidas, ZP apunta a la destrucción última de la misma idea de España.
¿Puede este gobierno, con este partido y este líder, llevar a cabo negociaciones con ETA y tener la confianza de los ciudadanos? Obviamente, no. Sus actos son cortinas levantadas que muestran tenebrosas implicaciones y planes abyectos contra todos. Sus gestos hacia ETA son pequeñas rendiciones llenas de convicción; sus movimientos en torno a ETA nada más que la agitación de la bandera blanca de la autoderrota, de la autohumillación, del más bajo cinismo a la hora de emplear la rendición a esa banda de asesinos como excusa y justificación para destruir lo más grande en una de las naciones más antiguas y nobles de Europa. Cuando ZP hace y dice X, cuando lo hace y dice su ministro del Interior, y cuando el PRISOE lo apoya con su vasta y liberticida máquina propagandistica, es preciso no echarse a temblar (aunque motivos haya) sino erguir el espinazo y darse cuenta de que es necesario dar batalla y plantar cara a quienes solamente buscan su propio y exclusivo beneficio. Es por ello que todos los actos del PP que invoquen para su ignominia son, al fin y al cabo, profunda y claramente irrelevantes.
4 Comments:
Brillantemente razonado. ¡Manchego a columnista de Libertad Digital ya!
Los etarras a los que hace referencia el documento del PSOE son los siguientes:
ESTEBAN ESTEBAN NIETO. Dice el PSOE que fue condenado a 3.150 años de cárcel por 21 asesinatos, que cumplió 12 años de condena, ingresó en prisión en 1987 y fue excarcelado en abril de 1999. No recuerda el PSOE que a Esteban Nieto se le diagnosticó en marzo, un mes antes, un cáncer de hígado con metástasis en pulmón y páncreas. Murió en septiembre de ese mismo año. Poco más hubiera estado en la cárcel.
MIGUEL SARASQUETA ZUBIARREMENTERIA. Dice el PSOE que fue condenado a 90 años de prisión aunque acumula una condena posterior por figurar en Gestoras Pro Amnistía. Ingresó en prisión en 1978 con una condena de 48 años y fue excarcelado en 1998 por el asesinato de tres policías. La excarcelación se debió a un derrame cerebral del que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
SANTIAGO DÍEZ URIARTE. Su condena era a 46 años por intentar asesinar a un policía. No tiene delito de sangre. Sólo cumplió cinco años de prisión según el PSOE, pero como mucho podría haber cumplido otros siete meses ya que falleció en ese plazo a causa de un tumor.
MANUEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ. Sin delito de sangre. Estaba sometido desde finales de los ochenta a tratamiento psiquiátrico y los médicos ordenaron en varias ocasiones durante los gobiernos del PSOE su traslado a un hospital de Vitoria para someterse a exámenes.
JULIÁN LÓPEZ ROJAS. Agredió junto a un grupo de radicales al ertzaina Ander Susaeta Zabala. Fue condenado a cinco años de cárcel. Salió de prisión el 27 de abril de 1997 cuando había cumplido tres años y nueve meses por un proceso tumoral. Murió el 27 de octubre de 1997, seis meses después de la excarcelación.
PEDRO MARÍA GUINEA GORRITI. En octubre de 1990 lo condenan a seis años de prisión por colaboración con banda armada. Según la sentencia, Guinea propuso a los etarras Juan Francisco Gómez Pérez y Felipe González Baños que ingresaran en ETA e informasen sobre miembros de las fuerzas de Orden Público. Tenía una patología cardiaca y fue ingresado en el hospital de Cruces (Baracaldo).
PATRICIO GOYENECHE TELLECHEA. Llevaba en prisión desde el 29 de octubre de 1993. Fue condenado a 27 años de cárcel por colaboración con banda armada. En abril de 1998 se le trasladó a la prisión de Oca (Álava) por "razones sanitarias". Fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias informaron de que este traslado se llevaba a cabo por razones médicas y no obedecía a la política penitenciaria de acercamiento individualizados de presos etarras a cárceles del País Vasco. En octubre de 1998 se le concede el tercer grado al padecer una patología psiquiátrica y se dice que cumplirá condena en el 2002.
JOSEBA KOLDOBICA BEGOÑA IBARRA. Fue condenado a 33 años y nueve meses de cárcel por participar en el asesinato de un guardia civil cometido en 1987. Ingresado en prisión el 4 de diciembre de 1996. En abril de 1999 se le concedió el tercer grado debido a su "evolución positiva". Esta decisión, según explicó Instituciones Penitenciarias, "se ha adoptado tras constatar el rechazo del interno a la actividad violenta y su desvinculación de la banda terrorista". Prisiones añadió entonces que "se está haciendo cargo, por voluntad propia, de la indemnización de la víctima".
SABINO ALAVA GARCÍA. Condenado en 1986 a 70 años de prisión por un intento de asesinato a tres policías y por un intento de secuestro. Cumplió 13 años de prisión. En 1999 le conceden el tercer grado por "razón de enfermedad grave". En 1993 fue expulsado de ETA por discrepar de las directrices de la dirección etarra. Condenó duramente el asesinato de Miguel Ángel Blanco y aseguró que "es el momento de dejar la lucha armada".
Por otra parte, el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja declaró este lunes a Europa Press que el PSOE debe estar muy "desesperado políticamente" para introducir en el debate político los presos de ETA que fueron acercados al País Vasco durante el secuestro de José Antonio Ortega Lara. Mayor Oreja, que era ministro en aquel momento, aseguró que al dossier divulgado por el PSOE "le falta la lista trágica de concejales que fueron asesinados porque el Gobierno mantuvo una firmeza inequívoca para no modificar la política penitenciaria tal y como quería el nacionalismo vasco".
Para el ex ministro, el PSOE "también tendría que añadir a la lista las presiones que recibimos del PNV para que la cambiáramos y también introducir los consejos y recomendaciones por no llamarlos presiones, que también recibíamos de los dirigentes socialistas de la época para que flexibilizáramos la política penitenciaria de aquellos años". Según Mayor Oreja, "sólo se trata de una cortina de humo para esconder lo que ha tenido que hacer el Gobierno de Zapatero cediendo al chantaje de una organización terrorista, concediendo la prisión atenuada para Ignacio de Juana Chaos".
El PP hace hincapié en que los beneficios penitenciarios aplicados a terroristas durante los anteriores Gobiernos, del PSOE y del PP, venían impuestos por la Ley, que eran de carácter automático y que se aplicaban independientemente de la gravedad de las penas o la evolución del preso.
Añaden que los gobiernos populares intentaron hasta en siete ocasiones cambiar la legislación para evitar esos beneficios automáticos, en contra del criterio del Partido Socialista, que sistemáticamente votó en contra. Fue el Partido Popular, ya en el Gobierno y con mayoría absoluta, el que finalmente consiguió cambiar la Ley para que los terroristas cumplan íntegramente sus penas eliminando las benevolencias del Código Belloch. Sobre las excarcelaciones, el PP dice que las acordadas por razones humanitarias se han producido en contadísimas ocasiones y siempre por razón de enfermedad incurable. Las excarcelaciones más polémicas –el PP recuerda aquí la de la Mesa Nacional de HB– vinieron dictadas por la Justicia y no por el Gobierno.
La argumentación del Partido Popular en respuesta a los ataques del PSOE concluye sosteniendo que en ningún caso, ni los beneficios penitenciarios ni las excarcelaciones por razones humanitarias, fueron consecuencia de una medida de presión como la huelga de hambre que ha seguido Ignacio de Juana Chaos. Recuerdan también que el PP nunca “reagrupó” presos de ETA. Lo que se efectuaron fueron traslados (muchos de ellos de las Islas, Ceuta o Melilla a la Península), bien con el objetivo de garantizar que los presos se presentaran a juicio, bien por otras causas, como pueden ser asistir al entierro de un familiar o recibir un tratamiento médico.
Hoy los ciudadanos han dado una nueva muestra de DEMOCRACIA. Sí, así, con mayúsculas. Millones de ciudadanos, hondeando banderas españolas, manifestándose pacíficamente contra la "política antiterrorista" del Gobierno. Ni una palabra fuera de tono, ni una pancarta con lemas salidos del tiesto, ni un solo símbolo con connotaciones de otros tiempos, en definitiva ni un solo incidente. Esta vez la gente ha sido más inteligente y no ha dado pie a que los giliprogres se pudieran acoger a la única rastrera y falsa excusa de la que se han valido en los últimos tiempos para criticar las manifestaciones apoyadas por el PP. No les han dado ni un solo motivo por el que criticar lo que es un derecho constitucional de los ciudadanos: manifestarse. Allí hubo gente del PP y del PSOE, de derechas y de izquierdas. Hubo gente de todos los colores y de todas las ideologías, con un único fin: decirle a ZP que el Estado no cede ante el chantaje de ETA. Que si bien el Gobierno lo ha hecho, los ciudadanos no van a rendir el Estado ante los criminales. Que si ZP se ha rendido, los ciudadanos no descansarán hasta eliminar la mayor lacra de este país.
Estoy seguro de que el Gobierno mirará para otro lado, y hará como que no se ha enterado. De hecho, ya ha empezado a hacerlo, pero éso no le va a servir de nada, porque los españoles seguiremos estando ahí para recordarle a nuestro "presidente" que con nuestro orgullo, con nuestro honor, con nuestras vidas no se juega.
Y ahora yo me pregunto: ¿ qué más chorradas se inventarán en los blogs giliprogres para desprestigiar la manifestación?
Hoy los ciudadanos han dado una nueva muestra de DEMOCRACIA. Sí, así, con mayúsculas. Millones de ciudadanos, hondeando banderas españolas, manifestándose pacíficamente contra la "política antiterrorista" del Gobierno. Ni una palabra fuera de tono, ni una pancarta con lemas salidos del tiesto, ni un solo símbolo con connotaciones de otros tiempos, en definitiva ni un solo incidente. Esta vez la gente ha sido más inteligente y no ha dado pie a que los giliprogres se pudieran acoger a la única rastrera y falsa excusa de la que se han valido en los últimos tiempos para criticar las manifestaciones apoyadas por el PP. No les han dado ni un solo motivo por el que criticar lo que es un derecho constitucional de los ciudadanos: manifestarse. Allí hubo gente del PP y del PSOE, de derechas y de izquierdas. Hubo gente de todos los colores y de todas las ideologías, con un único fin: decirle a ZP que el Estado no cede ante el chantaje de ETA. Que si bien el Gobierno lo ha hecho, los ciudadanos no van a rendir el Estado ante los criminales. Que si ZP se ha rendido, los ciudadanos no descansarán hasta eliminar la mayor lacra de este país.
Estoy seguro de que el Gobierno mirará para otro lado, y hará como que no se ha enterado. De hecho, ya ha empezado a hacerlo, pero éso no le va a servir de nada, porque los españoles seguiremos estando ahí para recordarle a nuestro "presidente" que con nuestro orgullo, con nuestro honor, con nuestras vidas no se juega.
Y ahora yo me pregunto: ¿ qué más chorradas se inventarán en los blogs giliprogres para desprestigiar la manifestación?
Publicar un comentario
<< Home