sábado, octubre 21, 2006

Francia está podrida (2)

Ayer citaba a un progre francés sobre el acoso del islamismo contra los profesores, hoy toca hacerlo con el New York Times sobre el acoso a la policía. Las periferias francesas están que arden, aunque nadie se atreva a hablar de islamismo.

"Residents and experts say that fault lines run even deeper than before and that widespread violence may flare up again at any moment.

“Tension is rising very dramatically,” said Patrice Ribeiro, the deputy head of the Synergie Officiers police union. “There is the will to kill.”

Last month a leaked law enforcement memo warned of a “climate of impunity” in Seine-St.-Denis, the infamous district north of Paris that includes suburbs like Épinay-sur-Seine. It reported a 23 percent increase in violent robberies and a 14 percent increase in assaults in the district of 1.5 million people in the first half of this year, complaining that young, inexperienced police officers were overwhelmed and the court system was lax. Only one of 85 juveniles arrested during the unrest was jailed, it added.

In all of France, according to the Interior Ministry, 480 incidents of violence against the police were recorded in September, a 30 percent increase from the month before".

Informes que hay que filtrar para que los conozca el público, raperos que amenazan de muerte al ministro del Interior o incitan a la quema de coches, ataques dirigidos específicamente contra las fuerzas del orden... Todo esto hay que extraerlo con cuidado de un artículo que repite las viejas consignas sobre los olvidados, los excluidos, la culpa del Estado, el racismo... cuando el gran culpable es el colectivismo francés y que la movilidad social sea inexistente en Francia. Privados del ascensor social por culpa de los sindicatos, que quieren seguir teniendo cerrado el mercado de trabajo para su propio beneficio de zánganos, los inmigrantes y sus hijos están atrapados en unos barrios cuya decadencia (de la que ellos, por cierto, son culpables, nadie más) les sirve como excusa para no intentarlo. Así, la economía francesa no logra beneficiarse de todo el capital humano que la inmigración ha traido a su país y por tanto esa economía que no crece no puede acoger a ese mismo capital humano. Mientras, el islamismo fermenta, crece y se multiplica como renacuajos en una charca.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Por que lo inmigrantes polacos pueden ganarse la vida como fontaneros y los mohameds tienen que quemar coches?
¿Seguro que la culpa de todo la tiene el estado social frances y la falta de "ascensor social"?

10:03 a. m.  

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