martes, diciembre 12, 2006

De lectura obligatoria

De lectura obligatoria el editorial del Economist que ha rescatado Smith. No cabe duda que Pinochet fue un dictador y un asesino, pero cabe reflexionar: ¿cuáles son las opciones ante gobiernos que socavan las estructuras que los han llevado al poder con el fin de evitar el desarrollo normal de una oposición democrática? Aquí tienen un botón de muestra de lo que era el Chile de Allende, según dicho editorial:

Lo que ocurrió en Santiago no es un golpe típicamente latinoamericano. Las fuerzas armadas toleraron al Dr. Allende por casi tres años. En ese período, él se las ingenió para hundir al país en la peor crisis social y económica de su historia moderna. La expropiación de campos y empresas privadas provocó una alarmante caída en la producción, y las pérdidas de las empresas estatales, según cifras oficiales, superaron los $ 1.000 millones de dólares. La inflación alcanzó a 350% en los últimos 12 meses. Los pequeños empresarios quebraron; los funcionarios públicos y trabajadores especializados sufrieron la casi desaparición de sus sueldos por causa de la inflación; las dueñas de casa tenían que hacer interminables colas para obtener alimentos esenciales, y si es que encontraban. La creciente desesperación originó el enorme movimiento huelguístico que los camioneros iniciaron hace seis semanas.

(...)

El mes pasado, una resolución aprobada por la mayoría opositora en el Congreso señalaba que "el gobierno no es responsable sólo por violaciones aisladas de la Constitución y la ley; ha convertido tales violaciones en un método permanente de conducta". El sentimiento de que el Parlamento era ya irrelevante aumentó por la violencia en las calles y por la forma en que el gobierno toleró el surgimiento de grupos armados de extrema izquierda que se estaban preparando de manera abierta para la guerra civil.
Que unos pocos miles murieran en el curso del restablecimiento del orden legal, entre los cuales, no lo dudo, algunos inocentes, es tal vez demasiado fuerte para la progresía y algunos espíritus compasivos, pero yo pregunto: ¿cuántas decenas de miles o millones de personas deben vivir acosadas y aterrorizadas por el cáncer marxista-totalitario para que la progresía "demócrata" se avenga a admitir que ha llegado el momento de pasar a la acción. Los casos de Pol Pot y Kim Il Sung demuestran que han de ser muchas, y esto es algo que todo amante de la libertad no consiente. Hay momentos en que la defensa de la libertad exige resolución y, por qué no, la ferocidad del animal que se defiende. A nadie le complace que le extraigan un tumor del cuerpo porque, aunque corrompida, es parte de uno mismo, pero esta es una tarea que el cirujano debe acometer con frialdad y sin sentimentalismo. Otra cosa es que el cirujano se instale en tu casa y se regale raciones de suculento y azucarado poder a base de dictarte un régimen durante años. ---Esto yo creo que se previene con una población entrenada en el manejo de armas de fuego, como ya comenté anteriormente. Los mocosos independentistas de Cataluña dicen "poble armat, poble respectat", y los pobres no saben cuánta razón tienen, aunque sea de una manera.

Y ya que hablamos de restaurar el orden. Por lo pronto se me ocurre... Ejem: