domingo, diciembre 10, 2006

Autodefensa: ¿derecho u obligación? Reflexiones intempestivas

Decía Hayek en Road to Serfdom que era necesario imponer la libertad por el bien de todos. La proposición es paradójica y aún así tiene una rara transparencia que uno generalmente sólo encuentra en los textos sagrados.

Parece que en Cherry Tree, en el estado de Pennsylvania, ya se están ocupando en ella. La situación parece bastante diferente del caso Suizo, donde se entrena a la población en el uso de fusiles de asalto y se proporciona uno a cada cabeza de familia en el marco de un programa de milicia estatal, y creo que merece la pena pensar en ella.

La primera pregunta que me viene a la cabeza es: ¿pero esta proposición en Cherry Tree no es una suerte de impuesto en tanto en cuanto obliga a los ciudadanos a llevar a cabo un desembolso para adquirir un arma con la que cumplir con las normas estatales? En una sociedad verdaderamente libre a) ¿qué ayuntamiento impondría semejante norma? (suponiendo, claro está, que en una sociedad libre los ayuntamientos sean necesarios); y b) ¿no habría organizaciones caritativas que tras recoger donaciones proporcionaría armas gratis a aquellos desafortunados que no pudieran costeárselas?

Supongamos esta solución provisional: cheques de autodefensa como variación del cheque escolar de Friedman. En vez de financiar fuerzas policales que son, antes que nada, parte del aparato represivo y liberticida del Estado, gracias a este cheque distribuido por un gobierno liberal cada ciudadano tendría la posibilidad de adquirir medios para su autodefensa que de ningún alguno irían en contra de sus intereses, como sí ocurre en el caso de la financiación de la policía. Se me ocurren varias posibilidades: cupones para la compra de armas, para la contratación de servicios de seguridad privados, para tomar cursos de defensa personal y artes marciales, uso, conservación y compra-venta de armas de fuego, y, cómo no, cursos de autoorganización ciudadana para la defensa mutua (conocidos en EEUU como Vigilante Groups). Es necesario añadir que en este escenario la inversión en empresas armamentísticas que produzcan armas a nivel de usuario tipo pistolas, subfusiles de asalto, etc, y en empresas de seguridad (bien a través de la compra de acciones u obligaciones o de participación en fondos de inversión que lleven a cabo dicha compra) debería recibir un trato fiscal especial y privilegiado, en tanto en cuanto estas corporaciones hacen más por la libertad que cualquier otra.

La postura estatista de proporcionar servicios de seguridad a quien no los ha pedido es tan liberticida como la señora ministra prohibiéndonos el whopper. Y no hay mejor incentivo que la perspectiva de no poder pagar a tu Vigilante Group. De hecho las organizaciones vecinales más eficientes evolucionarían en ciudades-estado donde sólo los más capaces y responsables pueden vivir y trabajar (obviamente acogerían los centros de trabajo mejor remunerado), sin tener que obligar a nadie a sufrir la represión estatista y este sistema permitiría al ciudadano librarse de los onerosos gastos de defensa nacional o justicia, pues obviamente el Vigilante Group velaría por tales servicios aunque, eso sí, sin obligar a nadie.

Aquí llegamos al quid de la cuestión. ¿Debe el programa de cheques ser oblihgatorio para todos? ¿Qué pasa si don Pedro Almodóvar o cualquier titiritero nacional quiere usar el dinero del cheque para sus rollos de cine (pun unintended) o para pinceles y pintura al óleo? Veo un serio problema con ello: al negarse a aceptar la responsabilidad de su propia autodefensa, serían víctimas fáciles, lo cual tendría dos perniciosos efectos: (a) podrían ser cooptadas por el estado como coartada para justificar su aparato represor y (b) al ser víctimas fáciles, los criminales podrían apoderarse de sus recursos sin riesgo, lo cual promovería (b1) una mayor actividad criminal que la que habría si no fuera tan sencilla y, sobre todo, (b2) organizaciones criminales más poderosas que presentarían un peligro mayor para los ciudadanos responsables dispuestos a encargarse de la autodefensa. Como resultado, el ánimo pacifista de los artistas socavaría la sociedad y pondría en peligro la libertad de todos.

Ricemos el rizo con una propuesta un poco más radical (como el buen José Carlos, a veces hasta tengo miedo de mí mismo): cualquier persona que renuncie a su responsabilidad de autodefensa y, por tanto, renuncie a la propiedad privada está socavando los cimientos de la sociedad, por eso me pregunto si hay algún problema en que personas u organizaciones más eficientes se apropien de los recursos de esa persona, sean éstos materiales o de capacidad de trabajo. La capacidad de detraer recursos de estos outsiders que no creen en la libertad sería, al tiempo, un estímulo a la competencia entre Vigilante Groups y un acicate para aceptar las posibilidades ilimitadas de la libertad individual, para disfrutar del arte de ser libre en lugar de ser un artistilla con ínfulas dedicado a vivir de los demás.

Digo esto porque es una consecuencia lógica del hecho natural de que la propiedad no se limita a cosas materiales sino que se extiende a la propia mano de obra, que puede y debe ser vendida libremente en el mercado de trabajo sin ninguna otra consideración ni ningún tratamiento diferente al de cualquier otra mercancia. Lógicamente, igual que puede venderse sin ninguna consideración moral o ética, puede sustraerse en el caso en el que el ciudadano se niegue a defenderla, en lo que es un abandono de facto de la misma. La renuncia al control sobre la propia capacidad laboral que supone toda renuncia a la autodefensa (que es exactamente igual que abandonar un mueble en la calle para que se lo lleve quien quiera) abre unas muy interesantes posibilidades en la reestructuración del mercado laboral.

De hecho, los pilares de la sociedad capitalista se construyeron a partir de las fortunas obtenidas en un mercado laboral reestructurado. Sin ir más lejos, muchas fortunas catalanas hechas con azúcar cubano y portorriqueño hasta los ochenta del siglo XIX. El problema del mundo no desarrollado es precisamente que esas formas de trabajo reestructurado que tan bien ha servido al capitalismo no es una opción para economías que podrían beneficiarse grandemente de una mayor flexibilidad laboral que les permitiera vender todo ese capital humano desaprovechado hasta ahora. La industria manufacturera y la del entretenimiento se beneficiaría enormemente, en lo que atraería capitales vitales para el desarrollo económico.

La idea de que las posesiones de una persona se limitan a sus objetos es la gran argucia del progresismo, que opta por dotar a la fuerza de trabajo de una categoría distinta y, por lo tanto, por establecer para este recurso normas que impiden su libre transmisibilidad. Sólo cuando asumamos el trabajo y la expectativa de trabajo futuro como una forma de riqueza (el flujo de trabajo, como cualquier flujo financiero, puede ser actualizado y puesto en equivalencia monetaria) y cuando permitamos todas las formas de transformación, compraventa, alquiler, usufructo, cesión por acuerdo de las partes o, en el caso que nos ocupa, renuncia y decaimiento de dicha riqueza, estaremos ante un mercado laboral y una sociedad libre.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Quesitos, subnormal, estás tan pirado que nadie comenta una mierda. Ojalá vayas a hacerle compañía al Pinocho lo antes posible. Mañana, por ejemplo.

9:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Quesitos, subnormal"

Subnormal será tu madre, tarado.

"Ojalá vayas a hacerle compañía al Pinocho lo antes posible."

Pero siempre será después que los 3.000 mierdas que se cepilló Pinochet en 1973.

Jódete tú como se jodieron ellos, payaso.

12:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Menos mal que a Quesitos le queda su amigo doggy, así no se siente solo...
Dos hijos de la Gran Puta. En familia.

11:53 a. m.  
Blogger V said...

XDXDXD
Si, es cierto, menos mal que tiene a doggy. Aunque no entiendo como no comenta nadie ¡Es super divertido! Entre las gilipoyeces del quesitos y el super-insulto de doggy: "tarado" ¿Quien coño dice eso? ¿en que cojones piensa cuando lo dice?
Cosas que suena más agresivas y en general mejor que "tarado":
-Hijoputa (hay que decirlo más)
-Imbécil
-Mamón
-Mierda
-Subnormal
-Tontolculo

Y asi...

Pero para mi, lo mejor, es cuando fascisto sale del armario y dice :
"Pero siempre será después que los 3.000 mierdas que se cepilló Pinochet en 1973."
¡Por fin!¡Un fascy saliendo del armario, y expresando su opinión!
Pero eso si, cuidado. Se supone que debéis parecer democráticos, y todo eso. Eso ha sonado muy mal. Muy muy mal. Uy uy uy. Que mal.
Menos mal que nadie lee este blog, si no podrían llegar a pensar que el que lo publica es un jodido facha asqueroso que escribe gilipoyeces para retroalimentarse con sus amigüitos. Menos mal...

1:41 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Quesitos, subnormal, estás tan pirado que nadie comenta una mierda. Ojalá vayas a hacerle compañía al Pinocho lo antes posible. Mañana, por ejemplo."

¿Ese te parece suficientemente democratico V?

5:50 p. m.  

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