jueves, septiembre 14, 2006

A favor de la autopromoción


Cada día parece más claro que progresismo y mala fe son sinónimos. El nuevo escándalo izquierdoso radica en un supuesto comentario favorable que el insigne periodista Alfredo Urdaci (exiliado sólo temporalmente de las ondas hertzianas) dejó sobre su propio libro en una página web (detalles aquí y aquí). Como es de esperar, ni comentario, ni análisis sobre el tema. Sólo risotadas y choteo vil de las huestes preescolares que han acudido en masse a invadir la interesante página del periodista.

Según afirma Urdaci, la cosa parece reducirse a la broma de un internauta con demasiado tiempo libre. Permítanme, sin embargo, hacer de abogado del diablo. La izquierda, hipocritona por principio y enemiga declarada de la búsqueda honesta del beneficio propio, descalifica con aires de superioridad y risa sardónica una práctica tan comprensible desde una perspectiva liberal como la autopromoción. La llaman “autobombo”. Pero yo me pregunto, ¿es que tiene que esperar el sr. Urdaci, o quien sea, a que alguien repare en las virtudes que él considera más relevantes de su propio material? ¿A que el periodista de cabecera de una tele progre lo llame a su programa cuando encuentre un hueco entre Lucía Etxeberría y Juan Luis Cebrián? Visto así, más le valdría esperar sentado.

Cuando un sujeto o una compañía invierten tiempo y recursos en la creación de un producto, es lógico que quieran promocionarlo por su propia cuenta y riesgo y responsabilizarse de sus propias declaraciones al respecto. No es lógico: se cae de maduro. Pero algo tan racional no puede satisfacer al gregarismo borreguil de la izquierda, que cree en medios supuestamente independientes para que lleven a cabo la labor informativa.


[P.S.: La foto viene del magnífico blog En defensa de Occidente, que aprovecho para recomendarles si no lo conocen ya]

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pero algo tan racional no puede satisfacer al gregarismo borreguil de la izquierda, que cree en medios supuestamente independientes para que lleven a cabo la labor informativa.

Manchego, muy bien visto. Es la estrategia típica de los ungidos: se dotan a sí mismos de autoridad para decir qué es el bien y qué es el mal, y solamente ellos pueden juzgar. Cuando alguien intenta promover su propio trabajo independientemente y sin comerles el nabo a estas "autoridades", se le crucifica.

5:22 p. m.  
Blogger Haters said...

Menos humos, que eres de Albacete.

4:50 p. m.  

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